CONSUMO

Los códigos y trucos más curiosos de los empleados de Ikea

Los empleados de las tiendas del gigante sueco manejan distintos códigos y trucos para agilizar su trabajo e incrementar las ventas

Ikea es una de las empresas más famosas del mundo, y no sólo por el producto que ofrecen, sino también por la cultura de empresa que tienen y que se refleja en cada una de sus tiendas, y también en sus empleados.

La empresa cuenta con numerosos códigos y trucos para facilitar su trabajo y también para marcar ciertas estrategias que aumenten las ventas. Uno de los primeros requisitos que se les pide a los empleados es que aprendan a identificar y a recomendar los dos muebles estrella de la marca: la librería Billy y la mesa de estudio Lack.

Algunos de los códigos curiosos que se utilizan en tienda, son por ejemplo el "código 22", que significa que se necesita ayuda en caja, y especialmente el "código 99", que se usa cuando se pierde un niño en la tienda.

Códigos para especificaciones de los muebles

Existen códigos por ejemplo para identificar los colores de los muebles, con los dos últimos dígitos del código que aparece en la etiqueta del producto. Los que acaban en 40 son azules, por ejemplo, y los que acaban en 41, azul claro.

Es curioso también conocer en base a qué se hace la designación de nombres de los muebles. Si se trata de estanterías, utilizan nombres de matemáticos, los artículos de baño reciben el nombre de ríos o lagos, o los artículos infantiles se nombran con tipos de animales.

Estrategias de ventas

Al igual que los supermercados, Ikea también utiliza estrategias en cuanto a la colocación de sus artículos para maximizar sus ventas. En esta línea existen estrategias como "Open The Wallet", que se basa en colocar artículos pequeños pero vistosos y útiles justo en la línea de caja.

También existe la llamada "Bulla, Bulla", en la que los trabajadores colocan artículos pequeños en los cestos o cajones de los muebles a medida que se avanza por las distintas secciones de la tienda para que los clientes acaben comprando más de lo que tenían pensado.

Como cliente, debes saber que antes de decidir si quieres comprar una cama, un sofá o un sillón, tienes derecho a probarlo e incluso a dormir, un máximo de hasta dos horas, momento en el que los trabajadores pueden llamarte la atención.

Además, también es curioso el aspecto de la distribución de las tiendas, y es que las paredes son móviles. Es decir, las paredes interiores de la tienda que conforman el recorrido, se pueden mover en función de la necesidad que haya de exponer unos muebles u otros. Lo hacen también para que los clientes no se aprendan el recorrido y tengan que ver casi la totalidad de los muebles hasta encontrar el que buscaban, aumentando la posibilidad de compra.