Envolver el brazo en papel de aluminio, la solución que más gente hace en su casa por la noche

Toda cocina necesita un rollo de papel de aluminio, imprescindible para guardar las sobras o cubrir cuencos y recipientes. Pero los usos de este producto, originario de Suiza a finales del siglo pasado, no acaban ahí. Hoy vamos a revelarte un uso totalmente inesperado del papel de aluminio que te dejará con la boca abierta.

La principal ventaja del papel de plata, y la razón por la que se creó en primer lugar, es que aísla térmicamente todo lo que envuelve. Y precisamente por eso se utiliza sobre todo para conservar alimentos, para que no se estropeen rápidamente y acaben en la basura. Pero, ¿y si te dijéramos que envolviéndote el brazo con un poco de ella puedes obtener algunos beneficios? Si quieres saber más, sigue leyendo.

Por qué deberías envolverte el brazo con papel de aluminio

Sí, el papel de aluminio también puede ser muy útil para la salud de tu cuerpo envolviéndote el brazo con una lámina. El objetivo es reducir y aliviar el dolor articular en cualquier zona del cuerpo, desde el brazo hasta las piernas.

La razón por la que este proceso es tan eficaz es que la lámina aísla la parte del cuerpo en la que se envuelve, impidiendo que el calor generado por el cuerpo se disipe con demasiada rapidez. Y es precisamente la persistencia del calor lo que aliviará cualquier dolor articular que pueda haber, ya sea debido a un esfuerzo físico intenso, a una caída o a muchas otras cosas.

Todo lo que hay que hacer es envolver la parte del cuerpo afectada con una lámina de papel de aluminio, ejercer una ligera presión para que se adhiera bien y luego mantenerla allí toda la noche. Cuando se despierte y retire el papel de aluminio, notará inmediatamente una notable mejoría y el dolor habrá desaparecido por completo o será mucho menos intenso.

Enrollar papel de aluminio en los pies

Además del dolor articular, el papel de plata tiene también otras aplicaciones para contribuir a nuestro bienestar.

Los pies son una de las zonas a la que más esfuerzo sometemos del cuerpo. Andar rápido, permanecer muchas horas de pie y sobre todo, usar un calzado que no es de lo más cómodo puede afectar a la ciruclación en la zona.

Para poder relajar y cuidar esta parte fundamental del cuerpo, podemos envolver nuestros pies con papel de aluminio. Se trata de un truco que cada vez copian más personas y que podamos hacer en casa sin gastar un euro de más.