Ni hielo ni aire acondicionado: el sencillo truco para dormir a pierna suelta cuando hace calor

En Aragón, como en toda España, junio ha elevado los termómetros hasta temperaturas más propias de los meses de julio y agosto. Durante el día, sobre todo en Zaragoza el calor no da tregua y por la noche dormir puede convertirse en todo un verdadero desafío, especialmente si no se cuenta con aire acondicionado.

Existen multitud de trucos para ayudar a cuerpo a conciliar el sueño en una noche calurosa. Desde poner un cubo con hielo pegado al ventilador hasta mojar las sábanas o meterlas al congelador. Sin embargo, existe un método caseros más simple y eficaz para refrescarse que puede parecer un gesto insignificante pero que tiene una base fisiológica que lo convierte en una estrategia muy útil para regular la temperatura corporal de manera natural.

El truco para dormir con calor

Este truco requiere simplemente mojarse las muñecas con agua fría. Estas, al igual que el cuello, las ingles y detrás de las rodillas, se consideran puntos de pulso del cuerpo porque los vasos sanguíneos están más cerca de la superficie de la piel. Al aplicar agua fría en estas áreas, el cuerpo puede disipar el calor más rápidamente porque el enfriamiento del flujo sanguíneo en esos puntos ayuda a disminuir la temperatura corporal general.

Al mojar las muñecas con agua fría, ya sea directamente del grifo o usando una compresa fría, se genera un efecto de enfriamiento localizado que influye en cómo el cuerpo percibe la temperatura. Esto puede ayudar a sentirse más fresco y relajado cuando llega el momento de acostarse, lo cual es fundamental para iniciar el proceso del sueño.

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Una forma práctica de aplicar este truco es mojar las muñecas durante uno o dos minutos justo antes de ir a la cama. También puedes repetirlo si te despiertas en medio de la noche con sensación de calor. Para potenciar el efecto, algunas personas recomiendan colocar un recipiente con agua fría y hielo junto a la cama para tenerlo a mano durante la noche.

Este truco puede formar parte de una rutina más amplia para dormir mejor en verano si se combina con otras estrategias, como usar sábanas de algodón transpirables, mantener las persianas cerradas durante el día para evitar que se caliente la habitación, o hacer cenas ligeras. Además, estas estrategias también tienen otra ventaja muy importante: no consumen electricidad.