Cayetanistas o franistas. La muchedumbre que ayer se agolpaba a las puertas del coso de Ronda tenía claras sus preferencias, y no solo en cuanto a estilo toreando de los hermanos Rivera Ordóñez. Todos querían ver y jalear a los dos diestros, en el 50° aniversario de la corrida goyesca, instaurada precisamente por su abuelo Antonio Ordóñez, cuyas cenizas reposan bajo el albero de la histórica plaza.

Este fue el escenario elegido por Cayetano para tomar la alternativa a manos de su hermano Fran. Las entradas se habían agotado nada más salir a la venta, y los vecinos y aficionados criticaban que en la reventa alcanzaran los 1.500 euros.

EVITAR EL ACOSO

Para evitar el acoso de la prensa rosa, Fran acreditó solo a los periodistas especializados, aunque después de las críticas recibidas, al final dejó pasar a fotógrafos y televisiones. La Infanta Elena y su esposo, Jaime de Marichalar fallaron a última hora por un compromiso familiar.

Los diestros y sus cuadrillas llegaron precedidos por jóvenes ataviadas de goyescas y bandoleros, entre ellos la hija de Fran, Cayetana, y su sobrina Belén. Los dos hermanos pasearon por el pueblo. Frente a los que les gritaban "guapos", otros protestaban porque se habían quedado sin entrada.

Tras una tarde triunfal, sí pudieron verlos salir a hombros de la plaza, recreando la escena en la que, siendo unos críos, acompañaron a su abuelo y su padre, Francisco Rivera, Paquirri, en la vuelta al ruedo en 1980. El estilo del toreo, si Antonio Ordóñez o Paquirri, fue motivo de debate. Al final, todos contentos.