Después de años de haber abandonado el sector de la hostelería, donde trabajó antes de dedicarse a la política, el exalcalde de Marbella Julián Muñoz (en la foto, el 13 de julio, pocos días antes de entrar en prisión) ha vuelto a servir cafés, aunque lejos de hacerlo en una terraza lo ha hecho en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga), donde está recluido desde el pasado 20 de julio por su implicación en el caso Malaya, que investiga la trama de corrupción en el Ayuntamiento marbellí. El novio de Isabel Pantoja no solo ha servido expresos a otros presos del recinto penitenciario malagueño, sino que en estos dos meses de retiro forzoso también ha fregado los suelos de los pasillos del famoso presidio.

Según fuentes penitenciarias, Cachuli realizó esas labores auxiliares o de ayudante, junto a otras tareas como acercarle sábanas a algún funcionario del centro, mientras estuvo en su anterior módulo --el número 1--, que tiene una parte dedicada a presos de nuevo ingreso.

Muñoz no estaba obligado a realizar esos trabajos, aunque como explican las mismas fuentes, "la gente está dispuesta a hacer lo que sea para estar ocupada" dentro de la cárcel. Por eso, en otras ocasiones también se remangó y echó una mano en el economato del centro cuando el encargado tenía exceso de trabajo, aunque sin percibir remuneración.

SIN OCUPACIÓN

Ahora Muñoz ya no tiene ninguna ocupación en su actual módulo (el 5), uno de los más grandes de la cárcel, con 135 internos presos preventivos, entre ellos un número importante de personas extranjeras. En este módulo, el exalcalde marbellí comparte celda con otro recluso.