Guy Ritchie se ha llevado un buen pellizco de la fortuna de Madonna (ambos, en la foto). La cantante ha pagado a su exmarido entre 60 y 70 millones de euros como parte del acuerdo de divorcio alcanzado en los tribunales de Londres el pasado 21 de noviembre. La portavoz de la estrella, Liz Rosenberg, echó ayer por tierra las elucubraciones de quienes aseguraron que Ritchie se había ido con las manos vacías, como un auténtico caballero. "Diría que es una de las mayores sumas que se han pagado nunca por un divorcio", comentó la relaciones públicas. La cifra es el doble de lo que obtuvo hace unos meses Heather Mills de Paul McCartney, e incluye la finca inglesa de campo en Ashcombe, valorada en unos 25 millones de euros, donde Madonna trató de aprender a cazar faisanes y a montar a caballo. También en contra de lo dicho y según explicó Rosenberg, aún prosigue la disputa sobre la custodia de los dos hijos de la pareja, Rocco, de 8 años, y David de 3, este último adoptado en Malaui. La cantante, según los papeles desvelados ahora, solicitó el divorcio por el "comportamiento poco razonable" de Ritchie. Madonna indicó que la pareja había estado viviendo por separado los seis meses previos a la petición de divorcio. Algunos medios aseguran que Madonna viajará a Inglaterra para pasar la Navidad con Guy y los niños.