Anthony Pellicano, bautizado como el detective de las estrellas, ha sido condenado a 15 de años de cárcel por conspiración y comportamiento mafioso en el caso de las escuchas ilegales y sobornos a estrellas de Hollywood como Michael Jackson, Elizabeth Taylor, Sylvester Stallone, Farrah Fawcet y Tom Cruise, entre otros. El pasado mes de mayo, el investigador fue declarado culpable de 76 cargos que iban desde las escuchas ilegales hasta el robo de identidad pasando por fraude y robo. El juez de Los Ángeles Dale Fischer ha ordenado, además, que Pellicano (en la foto, en su despacho, en 1992) y otros dos acusados --un expolicía y un empleado de una compañía telefónica que participaron en las escuchas-- paguen una multa de un millón y medio de euros.

El caso Pellicano comenzó en el 2002 cuando una periodista de Los Angeles Times que investigaba una posible extorsión al actor Steven Seagal encontró un pescado muerto con una rosa en la boca dentro de su coche. El FBI inició sus pesquisas, que condujeron a este detective con una cartera de clientes digna de una superproducción de Hollywood. Se barajaba la posibilidad de que sus clientes estuvieran al corriente de las prácticas mafiosas. Esto solo se ha podido probar en el caso del director de cine John McTiernan, que pagó al detective para intervenir el teléfono del productor Charles Roven.