Quizá no tenga la intención de dejar la alta competición definitivamente, pero el tenista Carlos Moyá, de 32 años, se encuentra tan feliz con su flamante y recién estrenado papel de padre que está alargando su retorno a las pistas para poder disfrutar al máximo de la pequeña Carla, que nació hace ya dos meses. Y no descarta ir a por el segundo. "Ahora mismo, estoy en stand by. No entreno lo fuerte que debería para estar a punto para regresar a la competición", explicó el tenista mallorquín, que comparte la criatura con su pareja, Carolina Cerezuela. La actriz y modelo se mostró encantada de la ayuda que le presta el tenista a la hora de cuidar a la pequeña Carla, protagonista de una fotografía que colgó su padre recientemente en Twitter y en la que aparecía en brazos del tenista mallorquín Rafa Nadal.

A Carlos Moyá, que acudió como padrino a la inauguración de la relojería Gc Watches en la rambla de Cataluña de Barcelona en compañía del modelo polaco Darek (ambos, en la foto), todavía le dura la sorpresa por la repercusión mundial que causó esa imagen.