En lo que llevamos de siglo, David Lynch solo ha estrenado dos películas, Mulholland Drive (2002) e Inland Empire (2007), pero no puede decirse que el singular realizador haya desaparecido del mapa. Hace tiempo que su desbordante capacidad creativa trascendió las posibilidades que le ofrecía el cine como soporte artístico y narrativo, así que en los últimos años Lynch no ha parado de rodar cortos para su web (www.davidlynch.com), realizar series fotográficas, pintar cuadros, diseñar muebles, difundir la práctica de la meditación y, sobre todo, componer música.

Es esta última ramificación la que más parece estimular, hoy por hoy, el fascinante córtex cerebral de Lynch, volcado en la composición musical hasta el punto de que el 8 de noviembre publicará su primer disco en solitario: un álbum de "blues moderno", según el propio Lynch, titulado Crazy clown time.

La publicación del disco, formado por 14 canciones en las que el cineasta canta y toca la guitarra, camina en paralelo a su sugerente proyecto de abrir un club nocturno en París, el Club Silencio, en alusión al bar imaginario que Naomi Watts y Laura Elena Harring visitaban en Mulholland Drive, y en el que Rebeka del Río interpretaba una perturbadora versión del Crying de Roy Orbison. El Club Silencio abrirá el 8 de septiembre en el número 142 de la calle de Montmartre de París, al lado del edificio que acogió el diario L'Aurore, donde Émile Zola publicó el histórico artículo Yo acuso.

La pasión de Lynch por la música viene de lejos. Quien más quien menos sabe de la importancia de las bandas sonoras (la de Angelo Badalamenti para Twin Peaks o la de Trent Reznor para Carretera perdida, por ejemplo) en la creación de las inimitables atmósferas lynchianas. Pero más allá de ello, el director lleva tiempo trabajando el tema de la música personalmente. Aparte de componer la banda sonora de Eraserhead (1977) y de la mitad de los temas de Inland Empire, Lynch grabó en el 2001 el disco de rock BlueBob junto a John Neff. Y en el 2009 colaboró con Danger Mouse y el recientemente fallecido Mark Linkous (Sparklehorse) en el fascinante proyecto Dark night of the soul. Como aperitivo de Crazy clown time, Lynch presentó el año pasado dos singles: Good day today y I know. En el nuevo disco colabora Karen O, de los Yeah Yeah Yeahs, que pone la voz en la canción Pinky's dream.