Tiene 55 años, una magnética sonrisa y para muchos todavía un indiscutible 'sex appeal'. A pesar de que su época de gloria ya pasó, sigue conservando las ganas de currar. El fin de semana que viene estrena en España 'Barry Seal: el traficante' mientras rueda (rompiéndose un tobillo en una escena de acción) la nueva entrega de 'Misión imposible'. Los años 80 y 90 fueron suyos: 'Top Gun', 'Rain man', 'Risky business' y, sobre todo, 'Magnolia', donde se convirtió en un gurú machista que aleccionaba a hombres para conquistar mujeres y que le otorgó una de sus tres nominaciones al Oscar.

Han pasado los años y puede que su estrella ya no brille tanto, pero Tom Cruise sigue teniendo madera de líder. En el plató y en el púlpito de la Cienciología. Qué miedo.

Da miedo, sí. Mucho. El documental 'Going clear: Scientology and the prison of belief' -producido en 2015 por HBO, presentado en el festival de Sundace ese año y disponible ahora en Netflix- pone los pelos de punta. Ni Cruise ni su colega John Travolta -otro miembro destacado de la Cienciología- han querido hablar ante las cámaras.

Tampoco el presidente de la institución, David Miscavige, íntimo amigo de Cruise. A él, precisamente, le organizó en 2004 una espectacular ceremonia en la que le impuso la medalla al valor de la libertad y en la que se emitió un vídeo de más de media hora alabando sus virtudes personales y profesionales. “Creo que es un privilegio llamarte cienciólogo. El cienciólogo es una persona que mira al mundo y lo ve tal como es de verdad”, soltó el neoyorquino, crecidísimo ante la euforia colectiva.

SALUDO MILITAR

Con unos testimonios escalofriantes de exaltos cargos de la organización, el documental disecciona el nacimiento y desarrollo de la Cienciología, inventada por L. Ron Hubbard, un escritor de ciencia ficción barata fallecido en el 1986 y ante cuya imagen Cruise siempre realiza el saludo militar. Peleas, persecuciones, maltrato, extorsiones, mentiras, estafas a Hacienda… 'Going clear' es una película que da miedo.

El mismo miedo que debió pasar Nicole Kidman, la primera mujer de Cruise. Se casaron en 1990, cuando ella tenía 23 años y, según ha confesado después, "era una niña". El padre de la actriz era un célebre psicólogo, profesión considerada enemiga por la Cienciología. "Nicole mantenía una estupenda relación con su padre y eso la convirtió en una persona peligrosa", según los autores del documental, dirigido por Alex Gibney.

SU VIDA SEXUAL

El taquillero matrimonio puso rumbo a Inglaterra para rodar 'Eyes wide shut' a las órdenes de un director de culto como Stanley Kubrick. La cinta se estrenó en el 1999 y la campaña promocional explotaba el morbo de ver a ambas estrellas ligeras de ropa. Precisamente fue durante el rodaje cuando las cosas se complicaron entre ellos. Y es que por aquella época, Cruise ya no tenía tanto contacto directo con el líder de la Cienciología, pero este ordenó "traerle de vuelta".

Mark Rathbum, destacado miembro de la organización, de la que salió en 2004 escaldado, dolido y apaleado confiesa en el documental que propició la ruptura de la pareja. ¿Cómo? "Con muchas auditorias". Auditoría es lo que la Cienciología llama a una especia de sesión de terapia en la que el auditor anima a la persona tratada a ir contándole su vida (incluidos secretos íntimos jamás antes confesados).

"Escribía informes de esas sesiones y los mandaba a David Miscavige [presidente de la organización]. Esos informes hablaban de la vida sexual [de Cruise] y de lo pervertido que era", suelta Rathbum, que también confiesa haber contratado detectives para investigar a Kidman, a la que pincharon incluso el teléfono (un extremo que el abogado de Cruise niega). "La Iglesia se fijó sobre todo en los hijos de la pareja, para volverlos en contra de Kidman”, añade el exalto cargo.

Tras 11 años de matrimonio y con dos hijos adoptados, Kidman y Cruise se dijeron adiós. Una vez divorciado, a él le 'fabricaron' otra novia (ciencióloga, claro): la estudiante Naz Boniadi, a la que le hicieron romper son su familia. "Le compraron ropa por valor de 20.000 dólares, le quitaron el aparato de los dientes, le tiñeron el pelo al gusto de Cruise y en un mes ya estaban viviendo juntos. La pareja duró poco y ella fue sometida a castigos como limpiar baños públicos con un cepillo de dientes".

INFORMACIÓN SENSIBLE

De manera muy sutil, el documental 'Going clear' viene a decir que la jerarquía de la Cienciología, gracias a las llamadas autorías, posee información sensible tanto de Tom Cruise como de John Travolta. Archivos guardados bajo siete llaves que, en un momento dado, ¿podrían servir para extorsionarles en caso de alguno de los dos quisiera desertar?

El documental no lo afirma, solo lo sugiere. Y eso que el autor del libro en el que está basado, Lawrence Wright, deja claro que la Cienciología - una empresa libre de impuestos, con activos superiores a los 3.000 millones de dólares, y con Hollywood como perfecto terreno de cultivo- solo se vendrá abajo si algunos famosos se vuelven contra ella y denuncian sus prácticas. Alguien que sí lo ha hecho es el cineasta Paul Haggis ('Crash'), que la abandonó en 2009 y decidió sentarse ante las cámaras de 'Going clear'. Lo mismo que Spanky Taylor, exasistente de Travolta. Lo que cuentan no da miedo. Da pavor.