Ni se vende ni se embarga, Cantora, finca de Isabel Pantoja y Kiko Rivera, se alquila. Al menos así lo indica el cartel que luce en su archiconocida fachada, lugar de peregrinación donde muchos fans y curiosos inmortalizan su visita.

Las discrepancias entre madre e hijo sobre la herencia del desaparecido Paquirri parece que siguen sin llegar a un punto de encuentro y la finca, joya de la corona en la que actualmente reside la tonadillera con su madre, doña Ana, y su hermano Agustín, es el centro de todas las discordias.

A falta de un acuerdo firme entre los dos propietarios, han sido los seguidores de los avatares de la familia Pantoja quiénes se han tomado la libertad de decidir el destino de la finca. Ni cortos ni perezosos han colgado en su fachada un llamativo cartel naranja en el que se indica que la propiedad se alquila para eventos, concretamente, bodas, bautizos y comuniones.

Si esta original iniciativa toma forma, la popular finca de Medina Sidonia podría seguir la estela de Ambiciones, propiedad de Jesulín de Ubrique, y que será explotada para tales fines, tal y como se publicó a finales del año pasado. Con el tiempo descubriremos si este cartel ilumina a Isabel y a Kiko y deciden salvar Cantora de la deuda que pesa sobre ella por esta vía.