Britney Spears ya no es la misma que hace 13 años. La cantante ha vuelto a la senda correcta tanto en su vida personal como en su carrera profesional. Y, en su opinión, ello debería ser suficiente para que la justicia retirase a su padre, James Speard, la tutela que ejerce sobre ella desde 2008.

Tras años de silencio, la exchica Disney testificó este miércoles de forma virtual ante un tribunal de Los Ángeles en el marco de una nueva audiencia sobre la gestión de su vida y de sus finanzas. Con voz firme y segura, lo que le otorgó aún más credibilidad, la artista expresó su deseo de que la tutela bajo la que se encuentra desde hace más de una década termine ya que la considera "abusiva".

"Señoría, mi padre y todos los involucrados en esta custodia, incluida mi mánager, que tuvo un papel clave en mi castigo, deberían estar en prisión", dijo tajantemente. Y añadió: “Le he dicho al mundo que estoy bien y feliz. (...) Pero estoy traumatizada. No estoy feliz, no puedo dormir", explicó ante el juez, según recogió el portal 'TMZ'.

La cantante denunció que su padre la obliga a trabajar a destajo, que no tiene disposición de su propio dinero ni de su pasaporte, y que incluso no le permite casarse ni tener más hijos. Unas duras declaraciones que han hecho que miles de personas apoyen la lucha de la artista en las redes. Rostros muy conocidos, como Sarah Jessica Parker, Jessica Biel, Mariah Carey, su expareja Justin Timberlake, Rose McGowan, Miley Cyrus, Paris Hilton Cher, entre otros, se han sumado al movimiento de #FreeBritney (Liberen a Britney), que nació en 2019 a raíz de que los humoristas Tess Baker y Barbara Gray difundieran la situación de la cantante, para pedir que esta recupere la potestad en las decisiones de su vida. Un momento que coincidió cuando la intérprete tuvo que ingresar en una clínica de salud mental por el estrés acumulado. Y no es para menos.

En 2008 y tras varios sonoros bandazos, un tribunal determinó que Spears no podía tomar sus propias decisiones y, desde entonces, su padre controla hasta el más mínimo detalle de su vida: incluso la obliga a llevar un DIU para que no pueda quedarse embarazada de nuevo. Sus seguidores creen que, en vez de ayudarla, lo que hace su progenitor gracias a esa estricta tutela es explotarla, pues en este tiempo la artista ha sacado cuatro discos y ha protagonizado varios espectáculos como el que tuvo que cancelar hace dos años.

Pancartas, camisetas y mascarillas con la cara de BritneyEl movimiento #FreeBritney, en el que militan cientos de miles de fans incondicionales que creen que es una rehén, ya logró gran repercusión el año pasado, tras el estreno del polémico documental 'Framing Britney', una cinta elaborada por el 'The New York Times' que repasa los aspectos más críticos de la intérprete de 'Toxic'.

Ahora, coincidiendo con su declaración ante el tribunal, en las calles vuelven a escucharse los gritos a favor de la cantante. Así, a las puertas de los juzgados se concentraron el miércoles numerosos activistas con pancartas, mensajes, camisetas y mascarillas con la cara de Britney, para mostrarle su apoyo. "Estoy enfadada, pero a la vez me siento feliz porque ella consiguió hablar después de tantos años y el mundo pudo escuchar todo lo que le están haciendo", afirmó una de sus defensoras. "No nos importa si vuelve a actuar o no, queremos que sea feliz y libre", reclamó otro