Presidente del Grupo Zaragozano de Papiroflexia que cumple 75 años y que desde hace cinco años cuenta con el Museo del Origami de Zaragoza, centro que acaba de abrir un crowdfunding para su supervivencia.

—¿El Grupo Zaragozano de Papiroflexia cumple 75 años en su mejor momento?

—Hacemos 75 años aunque los inicios no están muy claros porque la fecha exacta está un poco perdida en el tiempo. Hubo una junta en el Café Levante y desde entonces el grupo ha ido creciendo y haciendo más actividades. Estuvo un tiempo que casi desaparece pero resurgió de nuevo y los últimos años ha habido un gran cambio por el museo que abrimos.

—Un sueño anhelado pero que les está costando mantener.

—Celebramos 75 años y cinco del museo pero lo que pasa es que está un poco en el aire la continuidad del museo del origami porque tenemos apoyos pero nos harían falta más de los que tenemos.

—¿Por eso han lanzado la campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter?

—Tenemos parte de apoyo del ayuntamiento y de la DGA pero en nuestra opinión es insuficiente y por eso hemos lanzado ahora un crowdfunding. El objetivo es intentar llegar donde no llegan las instituciones porque pensamos que tiene mucha importancia el aniversario pero la impresión que nos da es que para el ayuntamiento y el Gobierno de Aragón no la tiene tanto.

—¿Son optimistas con la campaña?

—Notamos un gran apoyo popular y por eso confiamos en que el crowdfunding nos llegue para poder sobrevivir. Todos los visitantes que nos llegan al museo nos recalcan que no podemos desaparecer, que continuemos, el resto de grupos de origami de todo el mundo nos dicen que sigamos, que somos referentes mundiales... Y en TripAdvisor estamos los números uno en Zaragoza por delante del Pilar. Vienen muchos turistas diciendo que visitan el sitio más importante de Zaragoza. Esto es vital para nosotros y pensamos que debía de serlo también para las instituciones públicas y eso es lo que no vemos.

—¿El riesgo de cierre del museo es real?

—Desde que empezamos estamos en crisis. Quizá si hubiéramos empezado en el 2005 hubiera sido distinto pero ya comenzamos con dificultades, se han ido acumulando las pérdidas. Yo he ido poniendo dinero todos los años pero llega un momento en el que no puedo poner más. Lo que buscamos este año no es recuperar pérdidas anteriores sino no acumular más. Sumando todos los apoyos confíamos en llegar al punto 0.

—Creo que se lo merecen porque llevan el nombre de Zaragoza por el mundo.

—Llevamos el nombre de Zaragoza por todos los lados, es que no hay otro museo de origami en todo el mundo. Cuando llevamos las exposiciones fuera porque nos las reclaman, vendemos la ciudad y Aragón.

—¿Cuántos visitantes tienen al año?

—Entre 25.000 y 28.000, hace poco recibimos al visitante 125.000 que para ser un museo de pago en Zaragoza está más que bien. El Museo Goya, por ejemplo, tiene muchos más visitantes pero que paguen entrada hay más gente que paga para ver nuestro museo que para ir a ver a Goya. De nuestro museo, el 10% entran en días gratuitos pero el resto paga.