Actriz zaragozana, directora escénica. Hace 5 años, 25 cajas cambiaron su vida. De ahí salió su primer largo: ‘Ara Malikian. Una vida entre las cuerdas’. Narra la historia de este artista libanés de origen armenio. El largo acaba de sumar a los Forqué, otra nominación a los Goya.

-¿Cómo ha recibido la nominación?

-Imagínate. Además, es doble nominación, porque también estamos en los Forqué. Nunca sospeché algo así. Yo empecé con esto por puro amor y por contar una historia que estaba cerca de mí.

-Hay una historia preciosa de cómo comienza este sueño. Con 25 cajas que llegan a sus manos…

-Las cajas llegaron a mi casa, al morir el padre de Ara. Yo estaba embarazada de cinco meses y estaba asustada por mi futuro. Venía de actuar y se me planteaba un parón bastante grande. Ara se estaba convirtiendo en un personaje muy famoso. Y yo tenía la opción de seguirle y abandonarme o no saber muy bien qué hacer. Y de repente llegaron esas cajas y cuando las abrí... No sé si elegí este documental yo o él me eligió a mí. Porque gracias a él, he podido seguir a Ara, mi hijo ha podido estar con su papá, le he podido dejar un legado, porque es la historia de su familia, y yo me he hecho como realizadora. Han sido muchas cosas.

-¡Y cinco años de trabajo!

-Ha sido muy complejo. Yo me vine arriba y volví con 79 horas de metraje. ¿Sabes lo que es condensar eso en una hora y 23 minutos? Tuve que catalogar, ver qué temas quería tocar... Y supe que no quería usar ni una imagen de las guerras y los genocidios, sino recrearlo, cosa que hicimos en el desierto de Bujaraloz. Y, entre medio, surgió que yo hice dos cortos, uno de ellos súper premiado, y que a raíz de eso me llamaron para dirigir videoclips y publicidades.

-Videoclips de, por ejemplo, Andrés Calamaro, Pablo Milanés, de la Mari de Chambao... Aunque el último vuelve a ser de Ara, de cuyos espectáculos es también la directora escénica.

-Sí, lo estrenamos el día 10, con Jorge Usón, actor aragonés. ¡Maravilloso!

-Ha citado sus cortos, ‘Le chat Doré’ y ‘Al Amar’. En este último habla de la inmigración, un tema que a ustedes les toca más, supongo.

-Uno como artista de su generación tiene que ser reflejo. Eso pienso yo. Este es un tema que a mí ya me tocaba. Ara es una persona que tanto sus padres como sus abuelos han sido exiliados y refugiados de guerra, han vivido la vida en el Líbano, el genocidio armenio. Pero además, hace un tiempo, Acción contra el Hambre me llamó para grabar allí. 5 milones de refugiados. Yo ya no puedo hacer como que no he visto eso.

-Ustedes dan la impresión de ser ciudadanos del mundo, si me permite esa expresión tan manida. En su caso, es una ciudadana del mundo nacida en Zaragoza… Y responsable de ese vinculo tan especial de Ara Malikian con la ciudad.

-Soy maña, de la cabeza a los pies. Me siento orgullosísima de mi tierra. Y en Madrid me llaman la maña.

-¿Qué quería ser de mayor?

-Yo crecí en Huesca. Desde niña escribía y me dieron algunos premios incluso. Pero nunca pensé que me dedicaría a eso. De hecho, me matriculé en magisterio, hasta que me enteré que había unas pruebas para arte dramático.

-Y se fue a Madrid a estudiar interpretación en el estudio de Corazza.

-Y estuve con Sanchís Sinisterra, en la compañía de Nancho Novo... Y la directora se fue despertando. Cuando me quedé embarazada, nunca había cogido una cámara. Y me dije: «prueba».

-Le oí decir una vez algo precioso. A pesar de esas durezas, Ara y usted están enamorados de la vida.

-Estamos enamorados de la vida. Con Kairo más. Hay un texto que pusimos en su armario: «Tu vida es una gran fiesta. Enamórate siempre, cada día, un ratito». Ese es el punto de partida.

-Le sigo en Instagram. Hay algo en sus publicaciones que me encanta: cuando se refiere a Ara, le llama «marido», pero sin el posesivo.

-Él es marido, pero no es mi marido. Un amor sano, pasa por dejar ser todo lo que el otro tenga que ser. Marido tiene que ser libre y mujer también.

-¿Qué espera de estos Goya?

-Si soy sincera, uno intenta no tener expectativa. Llegar aquí me parece ya un regalazo. Pero algo de nervios tengo. Yo miro al universo y me quiero llevar a Paco para casa. Se lo he prometido a varias personas, entre ellas, a mi abuela Carmen que vive en Zaragoza y que mola todo.

-Tras este primer largo… ¿Qué sueños le pasan por la cabeza?

-Yo no paro de tener sueños. Ahora mismo, estoy centrada desarrollando un guión para un largo de ficción, con Fernando Navarro. Es una historia de mujeres y la protagonista es aragonesa... Hasta aquí puedo leer.