Es catedrático emérito de Economía y presidente de Analistas Financieros Internacionales. El pasado martes participó en un coloquio con empresarios aragoneses en una jornada organizada por la Cámara de Comercio de Zaragoza.

-¿Cuándo llegará la próxima crisis financiera?

-Que habrá otra crisis es algo seguro porque el sistema económico lleva en sus entrañas el germen que va a generar perturbaciones financieras. Pero es muy difícil establecer el momento y qué la va a determinar. Hoy no hay elementos para anticipar un crisis similar a la del 2008. A lo que nos enfrentamos actualmente es a una clara desaceleración que viene muy determinada por esas tensiones comerciales entre EEUU y China y algunos elementos adicionales de última hora que están inhibiendo el comercio y la producción industrial como es el coronavirus.

-¿Se puede hacer algo para prevenirla?

-Para anticiparnos a futuras crisis hay que aplicar políticas de prevención. Y para afrontar la desaceleración haría falta reaccionar con políticas que traten de neutralizar parte de esos efectos. Sobre todo en Europa y Japón, que son las economías que más la están acusando. Y dado que la inversión privada no reacciona a las condiciones monetarias excepcionales, igual deberían ser instituciones como el Banco Europeo de Inversiones el que tome el liderazgo para movilizar también a las empresas.

-¿Europa ha aprendido la lección? ¿No priorizará la austeridad presupuestaria de cara a próximas crisis?

-Confío en que sí porque la lección ha sido tan contundente y el contraste tan acusado con la reacción de EEUU que no puede ser de otra manera. Es obvio que esa austeridad creó secuelas y dificultó la recuperación.

-En su último libro, ‘Excesos’, aboga por una mayor regulación.

-La evidencia nos ha enseñado de forma contundente que a los mercados financieros no se les puede dejar solos. Incluso Alan Greenspan (expresidente de la Reserva Federal), que fue un firme defensor de la autorregulación, acabó por aceptarlo. Es necesario un código de la circulación financiera claro. Ojalá que sea internacional y que haya además una supervisión, una policía que sancione los malos comportamientos.

-¿Quien promete una bajada de impuestos actúa de forma irresponsable?

-Digamos que no es la prioridad actualmente. Además, teniendo en cuenta nuestras carencias y el actual déficit público, Bruselas se nos hubiera reído. Plantearse bajadas de impuestos cuando la presión fiscal media está significativamente por debajo de la europea sería un error. Ahora habría que impulsar el crecimiento del empleo para que por esa vía se generen más ingresos.

-El relator de la ONU que visitó recientemente España criticó el sistema de protección social.

-Es inquietante que sea Naciones Unidas la que nos advierta del impacto de la excesiva desigualdad. España está reclamando ser una economía importante en Europa, y por eso no puede tener esas bolsas de pobreza. En mi opinión, el modelo que tenemos que mirar es el de esas economías nórdicas que han seguido a la cabeza en la liga de la competitividad mundial y que han mantenido una presión fiscal superior a la europea.