Este zaragozano se arriesgó a poner en marcha un negocio hace un año en pleno confinamiento. Hoy, Tabook, una librería de ejemplares usados a bajo precio, ubicada en la calle Díaz de Mendoza del barrio de La Bozada, es yaun referente para los lectores.

-Usted abrió su librería Tabook hace casi un año, en los primeros días de la desescalada ¿No vio un tanto arriesgado lanzarse a un negocio en plena crisis?

-La situación la vi como un inconveniente, pero no para echarme atrás. Fue un inconveniente porque el proyecto comenzó a fraguarse en septiembre del 2019 y en diciembre ya tenía el proyecto de obra. El problema fue que no pude ponerlo en marcha hasta que no se pudieron abrir los establecimientos y además tuve que adecuarlo a las nuevas condiciones sanitarias, pero nada me hizo reconsiderar si abría o no.

-¿Ahora, un año después, qué piensa de su decisión, qué balance hace?

-Creo que fue un acierto. Poco a poco voy teniendo una clientela habitual. Siempre viene gente nueva, pero tengo clientes fijos, a los que ya conozco, aunque no les haya visto la cara por la mascarilla. Sin duda la librería ha funcionado y pienso que si en estas circunstancias va bien, las expectativas cuando pase la pandemia tienen que mejorar porque siempre hay gente que me dice que si no fuese por la situación vendrían más veces.

-Las propias restricciones de la pandemia parece que han influido en que la gente lea y eso le habrá ayudado. ¿Lo ha visto así?

-Si que he visto que personas que no eran lectores habituales vienen periódicamente a por libros pues hemos estado confinados y siguen las restricciones como para que haya gente que no pueda hacer muchas cosas de las que hacía. Y como ellos me dicen, no van a estar todo el día viendo la tele, por lo que los libros son un buen medio de evasión.

-También habrá influido en la buena marcha de Tabook el hecho de que no es una librería convencional, sino de libros usados y a bajo precio.

-Sí, claro. La ventaja de las tiendas de libros usados es que por los 20 euros que te cuesta un libro nuevo aquí te puedes llevar 10 y eso es atractivo. No se trata de una librería de viejo, con libros antiguos, sino de libros de segunda mano. Algunos tienen pocos años y solo se han leído una vez, por lo que están nuevos. Aquí uno de esos libros te cuesta 2,90 euros; dos libros, cinco euros y cinco libros, 10 euros. Además, también compramos libros a los clientes yeso es lo que nos hace ir renovando la oferta, que en estos momentos es de unos 10.000 ejemplares de todo tipo de géneros.

-¿Cuáles con los libros que más le demandan?

Novedades de los últimos cinco años, como los de la Trilogía del Baztán o la saga de la Villa de las Telas, de Anne Jacobs, por ejemplo. La gente busca el ejemplar que les falta para completar ese tipo de series. También novelas históricas y policiacas y, como curiosidad, se sigue vendiendo mucho El Código Da Vinci.

-Las redes sociales han tomado un gran protagonismo durante la pandemia en muchos negocios. ¿También han sido importantes para usted?

-Sin duda. He conseguido hacer de Tabook una librería de barrio, ya que en un kilómetro a la redonda no hay ninguna otra, y eso era de alguna forma lo que pretendía. Pero gracias a las redes sociales estoy consiguiendo darme a conocer en toda la ciudad. Cuelgo los ejemplares que me entran nuevos y hay gente que no vive cerca que pide que se los reserve y luego vienen a por ellos. Es una buena herramienta.