Un 19 de agosto de 1883 - es decir, hace la friolera de 138 años - llegaba al mundo la persona que revolucionó y cambió para siempre el mundo de la moda, Gabrielle Chanel, más conocida como Coco Chanel. 50 años después de su fallecimiento, las lecciones que nos dejó durante su impresionante trayectoria siguen plenamente vigentes y su célebre frase de "la moda pasa y solo el estilo permanece" se ha convertido en uno de los mandamientos 'fashion' por excelencia.

Una mujer talentosa, revolucionaria, creativa, con una personalidad fuera de lo común, tan elegante que todavía hoy nos quita la respiración y, sobre todo, visionaria, que dejó su impronta en el mundo de la moda y sentó las bases del estilo con varios hitos y tendencias que, más vivos y actuales que nunca, recordamos con motivo de su cumpleaños.

Los 'iconos' de Coco Chanel

1. Su mítico perfume Nº 5. La diseñadora superó la muerte de uno de sus amantes volcándose en la creación de su propio perfume que, convertido en uno de los grandes hitos de su carrera y adorado por celebrities como Marilyn Monroe (era lo único que se ponía para dormir) continúa siendo uno de los más vendidos en todo el mundo.

2. Menos es más. Cambió para siempre el concepto de la elegancia y demostró que sofisticación y clase no estaban reñidas con la comodidad y la sencillez. Desterró el uso del corsé y, como la propia diseñadora confesaba, "me he metido en este oficio para hacer pasar de moda lo que no me gustaba. He utilizado mi talento como explosivo".

3. El color negro. La francesa hizo que se dejase de asociar el negro con el luto o la noche y convirtió este color en una de sus señas de identidad y en el emblema de la elegancia, la clase y la sofisticación, revolucionando las paletas cromáticas de los años 30, donde imperaba el colorido y el exceso.

4. No hay combinación más elegante y efectiva que el negro y el blanco. Una perfecta alianza que pervive generación tras generación y que, irremediablemente, asociamos a la genial diseñadora que solía confesar que "el negro va con todo y el blanco también. Son colores de una belleza absoluta y su armonía es perfecta". Amén.

5. Las perlas como complemento indispensable de cualquier mujer. Imposible pensar en Mademoiselle Chanel y no visualizarla con su inseparable collar de perlas, uno de sus talismanes a lo largo de toda su carrera. A pesar de ser una apasionada de la bisutería en cualquier mujer, ella siempre fue fiel a este complemento sin el que, como solía asegurar, se sentía desnuda.

6. El traje de tweed. Una de sus aportaciones más memorables al mundo de la moda y una de sus grandes señas de identidad. Mademoiselle Coco revolucionó el concepto de la moda con un conjunto que, sin renunciar a la feminidad y a la elegancia, apostaba por la comodidad y el movimiento e incluía el tweed, un material reservado hasta ese momento para las prendas masculinas.

7. Las bailarinas bicolor. "Una mujer con buenos zapatos nunca es fea" solía afirmar la diseñadora, que convirtió los zapatos planos en color crema con puntera negra en uno de sus grandes clásicos. ¿El motivo de que la puntera fuese negra? Para acortar el pie

8. Su mítico bolso acolchado. Uno de los complementos más deseados y codiciados 50 años después de la muerte de la francesa y un auténtico icono que toda fashionista que se precie posee en su vestidor y guarda como 'oro en paño'. Coco creó su famoso 2.55 en febrero de 1955, logrando un hito al incluir en un elegante bolso acolchado una cadena deslizante que permitía a la mujer libertad de movimientos.

9. Las rayas marineras. Suyo es el mérito de que hoy en día todas tengamos camisetas de rayas en nuestro armario, puesto que hasta que la popularizó era una prenda que se asociaba a los marineros, de todo menos glamourosa. Gabrielle reinventó este tipo de camiseta y lo convirtió en un icono chic de la riviera francesa. ¡Gracias Coco!

10. Y, como no, el 'little black dress' o 'petite robe noire'. Es decir, el vestido corto negro, que Coco Chanel creó en 1926 y que tan versátil como favorecedor, es una de las prendas que no pueden faltar en ningún vestidor porque nos salvan de cualquier imprevisto, siendo perfecto para cualquier tipo de ocasión y un fondo de armario imprescindible.