Semana de la Moda de Milán

En tiempos inciertos, identidad de marca

La pasarela italiana se estrena marcada el desfile de Gucci, firmado por su equipo creativo, y por el gran show de celebración del 30 aniversario de Dsquared2

La actriz danesa Brigitte Nielsen participó en el desfile de Dsquared2 en Milán.

La actriz danesa Brigitte Nielsen participó en el desfile de Dsquared2 en Milán. / Antonio Calanni / AP

Milán

Tras Nueva York, Madrid y Londres, una de las mecas de la moda, Milán, se convierte, hasta el fin de semana, en el centro neurálgico para mostrar las propuestas del sector de cara al próximo otoño-invierno con las pasarelas de casas tan relevantes como Fendi, Max Mara, Emporio Armani, Tod’s o Dolce&Gabbana, en extremas jornadas sazonadas, además, con presentaciones (más de 70) y eventos.

Siempre hay que empezar con un plato fuerte, y en este caso, fue el desfile de Gucci. Un tanto excepcional éste, pues conviene recordar que, cuando no faltaba ni un mes para el mismo, se hacía pública la noticia que confirmaba un cacareado rumor: Sabato de Sarno abandonaba la empresa, sólo un par de años después de ser nombrado director creativo de Gucci, sucediendo al visionario Alessandro Michele.

Así, el equipo de diseño del buque insignia del grupo Kering firmaba esta colección titulada Continuum, arropado por asistentes celebérrimos amigos de la marca como las actrices Julia Garner o Jessica Chastain.

En un elegante escenario verde botella y con una orquesta tocando en directo la música compuesta por el oscarizado Justin Hurwitz (La La Land) se expusieron las propuestas de hombre y mujer, que revisaron desde los años 60 (los microvestidos) al minimalismo noventero. Un amplio espectro de tendencias, desde la sobriedad de los trajes, al maximalismo de ciertos conjuntos escotados y cuajados de aplicaciones brillantes. Se reivindicó la G entrelazada, un símbolo de la casa que cumple 50 años. Porque, casualmente, tres desfiles vistos este primer día celebraban una fecha redonda reivindicando su ADN, sus códigos.

Quizá revisar la herencia sea un valor seguro, frente a los vaivenes económicos o el baile de sillas de diseñadores salientes (aparte del citado De Sarno, recientemente Kim Jones dejaba su cargo de director creativo de mujer en Fendi, John Galliano decía adiós a Margiela tras más de 10 años, Hedi Slimane hacía lo propio en Celine, Matthieu Blazy salía de Bottega Veneta para ingresar, en breve, en Chanel...)-.

Pocas horas después de Gucci, Alessandro Dell’Acqua, el creador detrás de Nº21, no decepcionó. El napolitano abraza la belleza desde que fundara esta marca, allá por 2010. Al ritmo de la canción Creep, paseó un derroche de delicadeza con impecables vestidos negros, aplicaciones de plumas, estilismos que mezclaban prendas femeninas como faldas de tubo con piezas oversize (grandes jerseys puntos o parkas) y muchos  lazos colosales, en salones con tacón medio, a la cintura de las faldas o coronando los escotes palabra de honor.

Precedido por una exposición orquestada por la marca, en la que ha participado la arquitecta y diseñadora española Patricia Urquiola, el show de K-Way presagiaba una oda a la estética deportiva. La enseña nacida en París ha convertido su cortavientos (con nombre propio, como corresponde a cualquier pieza itLe Vraie) en una de las prendas más deseadas y ha seguido haciéndose un nombre gracias a colaboraciones con otras marcas de moda. Y como se ceñebraba su 60 aniversario, el show representó un homenaje a sus raíces. Al citado impermeable, y a colores icónicos – azul, amarillo, naranja – que vibran con la energía seña de identidad, y se mezclan con tonos más sofisticados, como el burdeos. Vimos prendas de punto, polos, faldas de lana y nylon que juegan con los contrastes de materiales, pantalones cargo de corte elegante y algún traje largo. Entre los asistentes, Ed Westwick, actor de la serie Gossip Girl.

Y para finalizar, otro aniversario, el 30 de Dsquared2. Días antes del acontecimiento, sus fundadores, los gemelos Dean y Dan Caten, invitaban con una carta manuscrita a los asistentes a su esperado show. “A lo largo de tres décadas, hemos construido nuestra creatividad con una audaz individualidad, un valor que ha conformado nuestra marca y definido nuestro viaje”, rezaban los canadienses.

Esa personalidad se mostró en todo su esplendor en una performance perfectamente coreografiada. En un escenario que emulaba a la vez un barrio y un night club, aparecieron coches desde los que descendían tops masculinos y femeninas (como Irina Shayk o Isabeli Fontana), patinadores, cowboys, fans del glam rock con plataformas imposibles, divas con escotadísimos trajes de noche y mucho, mucho denim deconstruido. La última protagonista fue Naomi Campbell, antes de que entrara en escena un coche de policía en el que la mítica actriz Brigitte Nielsen detuvo al dúo de diseñadores. Y si la mañana empezó con una orquesta clásica, la noche acabó con la actuación de las raperas JT y Doechii (galardonada en los Grammy 2025) y una inolvidable fiesta.

 

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