Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón procedieron a la detención de cuatro personas entre 36 y 47 años de edad, como presuntos responsables de al menos cinco robos con violencia e intimidación y pertenencia a grupo criminal. Una banda perfectamente organizada, integrada por dos hombres y dos mujeres, que inició una serie de atracos en un barrio muy concreto de la capital aragonesa, Las Fuentes. Cada uno de los integrantes tenía un rol bien definido, mientras unos eran los autores materiales del robo con violencia, otros esperaban en las inmediaciones realizando labores de vigilancia o en un coche para emprender la huida.

Utilizaban todo tipo de armas para conseguir intimidar a sus víctimas y poder llevarse su preciado botín, dinero de las cajas registradoras. Cuchillos de grandes dimensiones, machetes, spray antidefensa, bridas para inmovilizarlas e incluso una pistola. Además, siempre iban con el rostro cubierto, bien con capuchas y bragas tubulares o con casco de moto y, cuando huían, se cambiaban rápidamente de ropa para no ser descubiertos.