De "milagro" tachan los danzantes de Huesca el hecho de que este viernes hayan logrado actuar en Roma, concretamente junto al cementerio de la basílica de San Lorenzo Extramuros para conmemorar los 1.800 años del nacimiento del santo. Los danzantes han vuelto a cobrar protagonismo en la Ciudad Eterna 40 años después de hacerlo por primera vez y después de una convulsa semana en la que la muerte del papa Francisco había alterado completamente sus planes, ya que con motivo del luto su actuación había quedado descartada.

En el último momento, y por mediación de la alcaldesa oscense, Lorena Orduna, recuperaron el permiso. “Se ha obrado el milagro”, en palabras de Jorge Escario, presidente de la Asociación de Danzantes de Huesca. "Hoy ha sido un momento muy especial, porque hasta ayer por la tarde todas las noticias apuntaban a que no se podía bailar por el luto", pero "finalmente ha sido cuestión de insistir un poco como buena aragonesa y oscense que soy y hemos hecho historia otra vez", ha afirmado Orduna tras el baile.

Minuto de silencio y pañoleta a Francesca del Bello

Antes del inicio de la actuación se ha guardado un minuto de silencio en recuerdo del Papa Francisco. Arropados por la delegación oficial oscense encabezada por la alcaldesa de Huesca y varios miembros de la corporación municipal han realizado el baile durante unos 20 minutos a las 9.15 horas. Como agradecimiento, los danzantes le han puesto otra pañoleta a la presidenta del Distrito Roma II, Francesca del Bello. Muchos oscenses han acudido vestidos de blanco con pañoletas verdes que no se han querido perder la ocasión.

Los danzantes han estado acompañados por la banda de música de la capital oscense, así como de unas 400 personas que han viajado para la ocasión y han ejecutado todos sus tradicionales bailes con espadas, palos viejos y nuevos, cintas y el 'degollau'.