El Barça se hacía ayer con el título de liga en casa de su eterno rival: el Espanyol. Final del partido, los jugadores celebraban su triunfo en el centro del campo, todo era felicidad hasta que de repente empezó la carrera. Una parte de los aficionados del Espanyol vieron esta celebración como una provocación por parte de los jugadores y entre insultos, el fondo de los blanquiazules sobrepasó la poca seguridad que había y se hizo con el campo, haciendo que todo el Barcelona corriera al túnel de vestuario. La alegría de hacerse con la liga se vio empañada en el campo y para algunos, no siguió mejor en Canaletas. Cánticos y gritos en una fiesta en la que no se olvidaron de su rival de hacía unas horas y que se alargó para los culés hasta entrada la noche.