Después de tantas penurias da gusto ver que la Semana Santa vuelve por sus fueros y está todo a rebosar. Hay muchas ganas de recuperar el tiempo perdido. Las ciudades acogen estos días a miles de visitantes. Con esta afluencia masiva de turistas, en Barcelona la Sagrada Familia está en su máximo esplendor. Los turistas están entregados de nuevo a esos pequeños grandes placeres vacacionales. Que son todo un lujo reservado para los que han escogido como destino la playa. También hay tiempo para el fervor y los peregrinos vuelven en masa a Santiago con la catedral luciendo su mejor cara.