Este partido no lo han podido ganar. Su campo de fútbol, su casa deportiva está a punto de desaparecer por completo y con ella, tantas victorias, tantos recuerdos. El Club de Fútbol Argual pisa este campo, ahora a medio engullir, desde hace décadas. A la vista ya tan solo una de sus porterías. Con su césped se va la historia de uno de los equipos más antiguos del fútbol palmero, una equipación que comenzó en blanco y negro y que está siendo arrasada al rojo vivo. Fue durante la noche cuando la lava empezó a cubrir el terreno de juego que el Argual compartía con otros dos clubes de la zona: Tanqueta y Fuencaliente. Ya hace días que las cenizas ocultaban el verdor de la hierba, con la amenaza de la destrucción cada vez más cerca el equipo fue poniendo a salvo las cosas de valor que aún quedaban en el vestuario. Tras la gran derrota de su vida, el Argual buscará otro lugar para marcar ese gol que más que nunca les sabrá a gloria.