El Gobierno intenta cerrar la crisis del espionaje con el relevo en la dirección del CNI que se ha escenificado hoy. Esperanza Casteleiro se pone al frente del Centro Nacional de Inteligencia, el organismo situado en el foco por el espionaje con Pegasus, el caso que ha desatado la mayor crisis de esta legislatura. En el acto del relevo la directora saliente, Paz Esteban, y la entrante, Esperanza Casteleiro, se han dado un sentido abrazo que viene a reflejar algo que quiere dejar claro la ministra de Defensa: cambiarán cosas en el CNI pero sobre todo habrá continuidad. Esperanza Casteleiro ha reconocido el trabajo de la directora saliente pero también ha hecho referencias al argumento con el que el Ejecutivo justifica su destitución, un fallo en el control de las comunicaciones del Ejecutivo. Porque Esperanza Casteleiro ha hecho especial hincapié en que se va a garantizar esa protección de las comunicaciones. Margarita Robles ha hecho una defensa cerrada de la labor del CNI con mensaje también a quienes han criticado estos días el trabajo a los servicios de inteligencia. Al final, el Ejecutivo intenta cerrar la crisis de Pegasus con la destitución de la hasta ahora directora del CNI Paz Esteban, sin que de momento se vea afectado el ministro de la Presidencia, del que depende la seguridad de las comunicaciones del presidente del Gobierno.