A la fuerza la policía detiene a estos dos jóvenes en el metro. La imagen se repite en diferentes ciudades rusas. En total más de 1000 personas han sido detenidas en todo el país, antes y durante las protestas convocadas el miércoles para exigir que Alexei Navalni, gravemente enfermo, reciba tratamiento médico. Arrestos entre los que se encuentran aliados de líder preso, como su número dos y su portavoz. Desde el gobierno se instó a la población a abstenerse de participar en estas marchas no autorizadas. Pero pese a las amenazas del Kremlin decenas de miles de manifestantes se concentraron en las calles. En Moscú la mujer de Navalny se dejaba ver entre la multitud. Las organizaciones mundiales denuncian el mal estado de salud en el que Putin tiene al opositor ruso. Internado en un hospital de presos desde hace días, Naciones Unidas ha pedido que reciba asistencia médica en el extranjero. La respuesta de Putin ha sido contundente. Aprovechando su discurso anual a la nación, ha advertido a Occidente que se atenga a las consecuencias si atentan contra los intereses de Rusia.