Boris Johnson quiso aparecer en directo inyectándose el coronavirus para demostrar que no era una amenaza. Al menos eso es lo que ha dicho el ex asesor principal del premier y artífice del Brexit, Dominic Cummings.

Unas declaraciones explosivas ante parlamentarios en una audiencia a cuenta de la pandemia que no se han quedado sólo ahí.

Según él, a principios de marzo, su plan era provocar un contagio masivo que resultara en una supuesta inmunidad de rebaño.

Es conocido el negacionismo inicial del primer ministro, al menos hasta que llegó su catarsis, aunque para eso necesitó acabar en la UCI después de contagiarse.

Un enfrentamiento que recuerda al de Donald Trump con el Doctor Fauci.

 El mandatario puso a prueba la paciencia de su experto científico. Como cuando sugirió experimentar con desinfectante para limpiar los pulmones de los enfermos.

Ahora es él quien permanece en la Casa Blanca aconsejando a la nueva Administración.