Todas las miradas apuntan al mimso lugar. Los periodistas corren para grabar la escena. Una activista acaba de interrumpir la conferencia de Marine Le Pen en París. Quería enseñar ante las camaras una foto de la política ultraderechista con Putin en 2017. Rápidamente es expulsada del lugar. Le Pen parece tranquila, pero la tensión se palpa en el ambiente. Alguien en la sala le pregunta por Putin, lo que hace que aumente su ira: "no sé quién eres, pero eres un provocador", dice. La relación de la candida ultraderechista con el presidente ruso es estrecha. Si gana las elecciones, Le Pen propondrá acercar las conexiones entre la OTAN y Rusia. Algo que molesta a algunos franceses: "utilizó la imagen de Vladimir Putin para tener un estatus internacional, sabiendo que es un criminal de guerra", dice este hombre. Le Pen parece tenerlo claro, pero para conocer la postura de Francia ante Rusia habrá que esperar a las próximas elecciones del 24 de abril.