Reducir las emisiones contaminantes hasta que el calentamiento global no supere el grado y medio. Sólo de esa manera se podrá salvar el planeta. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha sido así de gráfico a la hora de explicarlo. La cumbre del clima ha arrancado en Glasgow, en Escocia (Reino Unido), sin embargo, con pocas probabilidades de éxito. Una ceremonia que ha inaugurado el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, por ser el anfitrión de la última cumbre del clima que se celebró en Madrid. Sánchez ha advertido que, según la ciencia, “estamos en código rojo” y que destacado que esta década es clave. Dramatismo que persigue una acción inmediata y determinación política una vez que ya se sabe lo que hay que hacer: “Elevar la ambición”, dice Sánchez, para que esta cumbre sea un punto de inflexión. Por eso el Presidente ha anunciado que España aumentará la financiación contra el cambio climático. A partir de 2025 nuestro país destinará 1350 millones de euros al año para la transición energética de los países más pobres. “Si elevamos nuestro nivel de ambición debemos respaldar objetivos con recursos. Nos comprometemos a aumentar la financiación climática para llegar en 2025 con un incremento del 50% respecto de nuestro compromiso actual”, ha dicho Sánchez, que quiere que España sea puntera en la lucha contra el cambio climático.