16 años y sus cambios consiguientes. La princesa Leonor accede a un aula de un instituto madrileño. Localizado su sitio, se sienta entre el alumnado, visiblemnete nerviosa. Asiste a una clase de ciberseguridad para jóvenes, uso de los móviles y atención a la pregunta, se levantan manos y ahí también tímidamente la de la princesa, con esta confesión, lo cierto es que en todo momento se ha mostrado participativa con profesores y compañeros.