En varios pueblos de Tarragona sufren cortes intermitentes de agua. Se abastecen de un camión cisterna. Y la situación puede empeorar. Los pantanos siguen perdiendo agua. Un ejemplo es el de Sau, en Barcelona, que está al cuarenta y uno por ciento de su capacidad. Y todo esto en medio de una nueva ola de calor, que mantiene en alerta a todas las comunidades, excepto a la asturiana.