Parece una excursión más de un colegio cualquiera en una jornada festiva, pero en realidad es la huida de 53 menores de un invierno a 14 bajo cero sin electricidad, en un país devorado por la guerra. Niños ucranianos de entre 6 y 14 años que han pasado tres noches durmiendo en un autobús para recibir hoy por fin el calor de sus familias de acogida. Algunos repiten viaje, otros se estrenan en la aventura de pasar unas navidades en paz. Ahora vivirán durante mes y medio la realidad que les han robado, asistiendo incluso al colegio. Hacer un paréntesis en su cruda rutina es el objetivo de la ONG “Juntos por la vida”.