El cantante aragonés Enrique Bunbury tardó apenas tres canciones en parar en seco su último concierto del Huracán Ambulante Tour en el Coliseo Rumiñahui, en Quito.

Frente a 12.000 personas, el zaragozano localizó a un espectador en primera fila que no soltaba su teléfono y cortó la música de golpe: "¡Con la puta cámara, grabando todo el puto concierto!", espetó señalándolo.

"De verdad entiendo la locura a la que hemos llegado con usted. Lo entiendo perfectamente. Pero si estás aquí en primera fila, seguro que hay mucha gente que le gustaría estar ahí disfrutando", le recriminaba directamente al espectador que estaba en primera fila con us teléfono en alto.