El Guardia Civil recibió un tiro en la cabeza que atravesó el casco. El presunto asesino le disparó con un fusil cuando acompañaba al negociador e intentaban liberar a un rehén. Tenía 50 años, llevaba 22 en la Guardia Civil, casi todos en la Unidad Especial de Intervención y había liderado liberaciones de secuestros, contraterrorismo o motines.