Se descuelga por la soga del campanario, entra en la sacristía y a los pocos minutos sale con el gran botín, una talla sin apenas valor y unos cuantos euros en monedas de céntimos. El cepillo de pequeñas iglesias de Cantabria, Asturias y Palencia. Elegían iglesias alejadas de poblaciones para poco a poco ir puliendo sus métodos. Al principio de la forma más rudimentaria con palanquetas o cizallas forzaban puertas y ventanas. Después llegaron a inhabilitar sistemas antialarmas. En total 93 robos, 140 objetos de culto de lo más variado. Decenas de llaves de iglesias, varios cálices, tallas y catecismos. Aunque cuando entraban se lo llevaban todo, hasta un organillo con sus respectivos micrófonos. En la vivienda de uno de los dos detenidos había mil euros en efectivo de las aportaciones de los fieles al belén navideño. El juez les ha tomado declaración y están en libertad con cargos a la espera de juicio.