Prisión provisional, comunicada y sin fianza para José María Uruñuela Ansó, el hombre natural de Gallur que fue detenido en Francia por el asesinato en Tudela de su mujer, Sara. Decisión tomada por la magistrada dos horas después de que llegara a los juzgados de la capital ribereña de Navarra para comparecer tras intentar fugarse a Francia. Lo hizo entre gritos de «asesino», «estamos hartas de tanto feminicidio», «Chema, Sara no era tuya», «basta de violencia de género» y «nos están matando y nos queremos vivas».

La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Tudela le imputó un delito de asesinato, después de que admitiera el crimen durante su declaración. Según consta en el auto al que tuvo acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, Uruñuela admitió que apuñaló a su mujer «mientras dormía». Asimismo, aportó dos cartas manuscritas en las que pidió perdón a la familia de la víctima, a la suya y a la juez por los hechos cometidos entre el 8 y el 9 de enero de este año en el interior del número 14 en el paseo Pamplona de Tudela. Piso en el que llevaban viviendo dos meses, tras su compra.

En la comparecencia celebrada ayer el Ministerio Fiscal solicitó el ingreso en prisión provisional del imputado, medida a la que se adhirió la acusación particular. Por su parte, la defensa interesó la libertad provisional o, en su caso, «la imposición de una medida menos gravosa». 

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Foral Navarra custodian el vehículo policial en el que se ha trasladado este miércoles a Tudela el hombre detenido en Francia . VILLAR LÓPEZ / EFE

Para la jueza no había duda de que debía ingresar en el centro penitenciario de Pamplona por el riesgo de fuga existente. «Esto se desprende del propio proceder del investigado, quien ya huyó a Francia tras la comisión de los hechos, donde ha sido detenido como consecuencia de la orden de detención europea emitida por el Juzgado de Guardia de este partido judicial», razona la jueza, quien añade el hecho de que se le imputa un delito de asesinato, con una pena de 15 a 25 años de prisión.

La magistrada revela algunos detalles de la investigación en dicho auto como que el hallazgo, en la mañana del lunes 10 de enero, del cadáver se produjo dentro de la vivienda, en una habitación distinta a la principal. Sara, de 38 años, estaba en una cama, apuñalada y sobre un charco de sangre coagulada, es decir, que el asesinato no era reciente. Añade que el cuchillo empleado estaba manchado y a la altura de la muñeca izquierda de la víctima. Presentaba heridas de arma blanca en el abdomen y en las extremidades.

La magistrada también destaca que la vivienda se encontraba cerrada, sin echar la llave, sin signos de forzamiento alguno, tampoco se evidenciaron signos de robo. Además, la vivienda contaba con un sistema de alarma con la compañía Securitas Direct sin que conste ningún aviso durante esos días. Circunstancia que para la Policía Foral demostraba que no había podido ser un tercero. 

Otro elemento que destaca la instructora es que en la vivienda se encontró el teléfono móvil tanto de la víctima como del investigado y que en la mesa baja del salón se hallaron restos de lo que podría ser cocaína. Un polvo que está siendo analizado por Científica y que de ser una sustancia estupefaciente podría servirle a la defensa como atenuante.

José María Uruñuela Ansó fue detenido en la localidad francesa de Boiseron el pasado martes, 11 de enero, después de que el Juzgado de Guardia dictara una orden europea de detención y entrega al obtener la Policía Foral su posicionamiento en Francia gracias al GPS que llevaba incorporado su furgoneta Peugeot Rifter, tal y como adelantó este diario.

 El marido de Sara fue trasladado el martes desde París a Madrid para que ayer fuera puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tudela. La voz de alerta la dio la madre porque no sabía nada de su hija y tampoco había ido al colegio Dos de Mayo de Castejón, donde trabajaba como profesora de educación especial.

Una de las portavoces de la plataforma Luchemos por Sara explicó que «estamos aquí para ser la voz de nuestra amiga Sara y apoyar con fuerza a su familia». «No olvidamos al resto de las mujeres asesinadas y a sus familias como la mujer asesinada en Granada», afirmó