VIOLENCIA MACHISTA

Amenaza de muerte a su ‘ex’ tras quebrantar una orden de alejamiento

La Fiscalía solicita dos años de prisión y ampliar la medida cautelar a 500 metros / El acusado le envió fotos de pistolas para evitar que rehiciera su vida sentimental

La víctima estaba en la plaza del Pilar y su ‘ex’ se saltó la orden de alejamiento.

La víctima estaba en la plaza del Pilar y su ‘ex’ se saltó la orden de alejamiento. / ÁNGEL DE CASTRO

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Zaragoza impuso en septiembre del año pasado una orden de alejamiento a G. S. C. tras haber sido procesado como presunto autor de un delito de malos tratos hacia su mujer. Sin embargo, este vecino de la capital aragonesa, de nacionalidad rumana, quebrantó esta medida cautelar el pasado 23 de marzo para amenazarla de muerte. Ahora la Fiscalía de este mismo juzgado solicita por un primer delito de quebrantamiento continuado de condena doce meses de cárcel, y por un segundo delito de amenazas, otro año de prisión. La petición del ministerio fiscal también incluye una orden de alejamiento de 500 metros durante cuatro años y la privación del derecho a la tenencia de armas por el mismo periodo de tiempo.

De acuerdo a la acusación que ejerce la Fiscalía del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Zaragoza, el acusado, defendido por la letrada Carmen Sánchez Herrero, no cesó esa actitud agresiva hacia su mujer por la que, de forma cautelar, ya se le había impuesto una orden de alejamiento de 200 metros tras ser procesado por un delito de maltrato de género.

Fotos de pistolas

En este sentido, empezó a enviar mensajes de WhatsApp a su ex de modo que le animaba a retomar la relación e incluso le llegó a enviar fotos de sus genitales y de pistolas. En paralelo, también le amenazó con que no iniciara una nueva relación sentimental con una tercera persona, ya que, de ser así, no lo iba a permitir. La conversación fue escalando en tensión con el paso de los días y, a principios de marzo, estas amenazas con no rehacer su vida sentimental ya iban acompañadas de nuevas fotografías de pistolas.

Los hechos se precipitaron la tarde del 15 de marzo, en torno a las 18.00 horas, cuando la chica estaba tomando algo en un bar situado en la plaza del Pilar. Por casualidad, en ese preciso instante, el acusado cruzó por allí, se acercó a la mesa, dejó un teléfono móvil y se marchó.

Ante esta situación, la víctima se refugió en un bar de una calle aledaña a la plaza del Pilar hasta que se desplazó hasta allí una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Durante la espera, el acusado continuó enviándole mensajes vía SMS preguntándole quién era el hombre que le acompañaba y que ya lo podía dar por muerto. En su historial delictivo ya suma varios antecedentes penales computables a efectos de reincidencia.