En noviembre un vecino del barrio de El Gancho de Zaragoza sufrió un atraco a la altura del tranvía que no dudó en denunciar, si bien su asaltante se quedó con su cara y durante nada menos que seis meses ha estado coaccionándole para que le diera el dinero que llevaba encima hasta que ha sido detenido. La víctima es una persona con una discapacidad intelectual del 67%.

El arresto del sospechoso, identificado como A. A., de 41 años y de origen tunecino, se produjo gracias a que el hombre que estaba siendo coaccionado conoce a un agente de la Policía Nacional y se le hizo un comentario que lo puso en conocimiento del Grupo de Robos con Violencia de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

El arresto se produjo durante un dispositivo de vigilancia y seguimiento que activaron en las inmediaciones del centro asistencial al que tenía que ir la víctima. Era el momento en el que el sospechoso llevaba a cabo sus robos intimidatorio.

Según pudo saber este diario, el delincuente le esperaba en el portal del domicilio de la víctima o en los alrededores, acompañándole en el camino al destino y exigiéndole el dinero que en ese momento llevaba en los bolsillos. Para conseguir el dinero, A. A. le había dicho que tenía las llaves maestras de las viviendas del barrio y que si no accedía iba a entrar un día a la vivienda para robar e incluso para agredir a sus padres, ya ancianos. Fue tal el temor que infringió en la víctima que esta accedió a todo sin decírselo a nadie, salvo al policía, aunque no a modo de denuncia.

 El arresto se produjo, tal y como informó la Jefatura Superior de Policía de Aragón, el pasado lunes sobre las 12.40 horas, momento en que los policías localizaron a ambas partes en las inmediaciones del centro social y tras entrevistarse por separado con los dos y las manifestaciones de la víctima, se procedió a la detención de A. A.

La investigación desarrollada a posteriori por el Grupo de Robos con Violencia, donde fue presentado el detenido, a éste le constan más de una veintena de detenciones, entre ellas el atraco a esta persona con discapacidad. De hecho, está pendiente de juicio por este asalto.

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El arrestado fue puesto el martes a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, que estaba en funciones de guardia ese día, siendo puesto en libertad provisional, aunque con una orden de alejamiento.

En este caso, además del delito de robo con intimidación y coacciones también se le puede aplicar la agravante de la especial vulnerabilidad de la víctima, que tiene reconocida una discapacidad intelectual.