El 85,14% de los conductores que se sometió al control de drogas el año pasado en Zaragoza dio positivo. Un resultado que preocupa, sobre todo si se tiene en cuenta la tendencia al alza de los últimos años. Lo mismo sucede con las pruebas de etilometría que, aunque con un porcentaje total menor, de un 3,90%, también han empeorado respecto al 2019.

La Policía Local de Zaragoza monta controles con cierta frecuencia para realizar controles de alcoholemia y drogas. Una actuación preventiva que el año pasado, pese a la pandemia y el confinamiento, no tuvo los efectos deseados. El incremento respecto al 2019 no es excesivo, de apenas 8 décimas en el caso de la ingesta del alcohol y del 2% en el de las drogas. Sin embargo, los resultados evidencian que, pese a las campañas de sensibilización, los zaragozanos se están relajando y se arriesgan a coger su vehículos bajo los efectos del alcohol o las drogas, con el peligro y las consecuencias que puede tener. Y no solo eso, porque se ha producido un incremento en un año en el que el volumen de tráfico ha sido inferior por lo meses de confinamiento y por el fomento del teletrabajo.

Según los datos facilitados por la Policía Local, los agentes realizaron el año pasado un total de 23.652 controles de alcoholemia y drogas. En este último caso, 235 de los 276 de los conductores había consumido algún tipo de droga, estupefaciente, psicotrópico o sustancia análoga. Un 85,14% del total. Tan solo 41 personas dieron negativo.

La barrera de los 200 positivos

El valor medio de positivos por drogas se sitúa sobre el 80%, una cifra que se ha superado en los dos últimos años y que hace saltar las alarmas. En el 2019, el 83,18% de los 220 conductores sometidos a la prueba dio positivo. Fueron 183 personas. 

Según el histórico facilitado por la Policía Local, en el 2016, el 79,8% de los conductores a los que se les realizó el test de drogas había consumido, frente al 79,29% del 2017 y el 79,8% del 2018. Ya en el 2019 se rompió esta estabilización y fueron el 83,18%.

Este incremento no es aislado y sucede lo mismo en los controles de alcoholemia. Mientras que los de drogas solo se llevan a cabo cuando hay evidentes sintomatologías de que la personas ha podido consumir, los de alcohol se realizan con más frecuencia y sobre todo a determinadas horas del día, como las sobremesas y la noche. 

Alcohol

La concienciación sobre el peligro de conducir tras haber bebido tampoco pasa por su mejor momento. El año pasado casi un 4% de los conductores que se sometió a la prueba dio positivo, casi un millar, 911 de las 23.376 test hechos. Aunque pueda parecer un cifra insignificante si se compara con el total, el resultado es preocupante porque es muy similar a la del 2019 (cuando fueron 1.299) y porque entre un año y otro el volumen de tráfico ha sido completamente distinto.

Pese a que el 2020 ha terminado por romper la estabilidad de los últimos años, las cifras siguen estando muy lejos de las del 2011 o el 2012, con casi un 6% de positivos en alcohol.

El ayuntamiento quiere reforzar la UAPO con 25 agentes más

El equipo de Gobierno de PP-Cs quiere reforzar con 25 nuevos agentes la Unidad Policial de Apoyo Operativo (AUPO) en los próximos dos años. Una dotación con la que pretende suplir, entre otras cosas, las carencias que puede provocar la desaparición de las unidades de Barrios Rurales y la de Protección Ambiental y Consumo (UPAC). Desde PP-Cs defienden que se trata de una reestructuración y reorganización de una plantilla muy mermada, pero la oposición ya le afeó a la concejala de la Policía Local, Patricia Cavero, sus intenciones. Actualmente, apenas hay 15 agentes destinados a los barrios rurales que, según el Gobierno de PP-Cs, no pueden hacer frente a las necesidades, sobre todo de noche. Con la reestructuración, se crearán dos sectores. Por un lado, el norte, con Juslibol, San Gregrio, San Juan de Mozarrifar, Montañana, Peñaflor y Movera; y por el otro el sur, con Casetas, Villarrapa, Monzalbarba, Alfocea, Torrecilla de Valmadrid, La Cartuja, La Venta del Olivar y Garrapinillos. Según explican, esta distribución permitiría incrementar de forma notable el número de patrullas que prestan servicio en estos barrios ya que habrá dos patrullas permanentes de lunes a viernes en cada una de las zonas, otras dos los fines de semana en turno de mañana y noche, que ahora no tienen, y otras dos en turno de noche de lunes a domingo. En el 2019 hubo 217 noches en los que no hubo servicio en los barrios rurales. Las labores de la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC) pasarán a realizarlas los miembros de la UAPO o por las patrullas de los sectores. La propuesta no es firme y todavía tiene que debatirse y consensuarse con los sindicatos. Además, el ayuntamiento tiene previsto seguir incorporando agentes en las próximas convocatorias públicas para tratar de ir reduciendo el déficit de la plantilla actual que lleva años arrastrándose.