El Ayuntamiento de Zaragoza destinará 25.000 euros a combatir el abandono escolar en las niñas gitanas gracias a un nuevo convenio de colaboración firmado con la Asociación de Mujeres Gitanas Romi-Cali por el que se impulsará un programa de refuerzo educativo en siete centros escolares.
El Área de Mujer abre así una nueva línea de trabajo para favorecer la igualdad de las mujeres gitanas desde su etapa escolar más temprana, consciente de que la falta de formación es uno de los factores de desigualdad más acuciantes, ha informado el Consistorio en un comunicado.
De hecho, aunque el nivel educativo de la población gitana ha mejorado en la última década, todavía se encuentra muy por debajo del resto, con un 64 por ciento de jóvenes gitanos que no logra superar la Educación Secundaria Obligatoria frente al 13 por ciento del resto del alumnado, según la Estrategia Integral de la Población Gitana en Aragón 2018-2020.
La concejal de Mujer e Igualdad, María Antoñanzas, ha presentado, junto a la presidenta de la Asociación Romi-Cali, Pilar Clavería, este nuevo acuerdo de colaboración que nace para combatir una situación de "desigualdad estructural" presente en muchos barrios de la ciudad, donde se va a actuar durante este año.
Con una subvención de 25.000 euros, el convenio contempla dos líneas de actuación definidas: superar el abstentismo y el abandono escolar y fomentar el retorno al sistema educativo de jóvenes en situación de desempleo.
Se trabajará en siete centros educativos en los barrios de Oliver, Torrero-La Paz y San José, donde más población gitana vive, y podrán participar hasta 30 niñas.
Además, se trabajará con sus familias para involucrarlas en el proceso escolar de sus hijas, acercándolas al centro educativo.
En cuanto al retorno a la educación, está dirigido a mujeres que abandonaron la escolarización a una edad temprana, que tienen nociones de lecto-escritura y que ahora quieren retomar su formación para obtener una titulación con la que entrar al mercado laboral.
Esta actuación contempla charlas motivacionales, preparación técnica para superar los exámenes y cursos sobre métodos de estudio, además de seguimiento profesional a cada una de ellas.
Según datos de la estrategia aragonesa, hasta los 14 años los niveles de escolarización de la población gitana son muy similares a los del conjunto y es, a partir de los quince, cuando el número desciende progresivamente: a los 16 años, un 44,5 por ciento no cursa ningún estudio, frente al 6,5 por ciento de la población general.
A ello hay que añadir, además, que las tasas de escolarización de las mujeres gitanas son inferiores a las de los hombres gitanos, al contrario de lo que ocurre en el conjunto de la población.
Asimismo, el abandono escolar en las niñas comienza a ser significativo a partir de los 12 años, mientras que en los chicos se sitúa en torno a los 14 años de edad.
Las principales razones que apuntan las niñas para dejar de estudiar son los motivos familiares, como el casamiento o labores de cuidado dentro del hogar.
En Aragón, según los datos de la Estrategia Integral para la Población Gitana, un 36,3 por ciento de los mayores de 16 años no tienen ningún tipo de estudio formal, el 55,7 por ciento sólo tiene estudios inferiores a Secundaria y sólo el 7,8 por ciento tiene el graduado escolar.
Solamente un 0,2 por ciento ha superado el bachillerato o un grado superior.
