El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado una declaración institucional que condena los mensajes de odio, la incitación a la violencia y las amenazas y agresiones violentas a los representantes políticos e institucionales. El alcalde, Jorge Azcón, que ha agradecido a todas las formaciones que hayan “cedido” para sacar adelante el texto, ha declarado que “se trata de una condena tan básica como es la violencia, sin adjetivos ni calificativos, simple y llanamente”.

Para el regidor, lo que hoy ha hecho el consistorio “debería ser lo normal”, pero no es así, como ha quedado demostrado en reiteradas ocasiones en el consistorio. Sin ir más lejos, esta semana, donde Vox ha protagonizado varios encontronazos con ZeC, tras querellarse contra Alberto Cubero, y con el PSOE, cuya portavoz, Lola Ranera, fue calificada por el de Vox, Julio Calvo, de "política profesional en el peor sentido del término".

Primera ciudad

Para Azcón, que Zaragoza sea el primer ayuntamiento en firmar una declaración institucional en contra de la violencia “no tiene parangón”. “Significa que hay capacidad de diálogo y de cesión por parte de todos los grupos, que han tenido que ceder tras las declaraciones que han hecho sus partidos. Todos. Es una declaración que da ejemplo a la ciudadanía”, ha manifestado. 

PP-Cs, que habían presentado una moción para rechazar y condenar los mensajes de incitación al odio y reiterar su compromiso con la paz y el respeto, han decidido retirarla y han instado al PSOE a que adoptara la misma decisión “para demostrar en el salón de plenos lo que se ha firmado en la declaración”, ha dicho la vicealcaldesa, Sara Fernández. 

Pero la portavoz socialista, Lola Ranera, ha recordado que fueron los primeros en condenar la violencia el lunes, cuando la candidata de la ultraderecha a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, cuestionó las amenazas dirigidas al ministro Fernando Grande-Marlaska, al candidato de Unidas Podemos en Madrid, Pablo Iglesias, o la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y que no han sido las únicas. 

Las acusaciones de Vox

Ranera ha anunciado que solo retiraría su moción si Calvo retiraba sus palabras, esas en las que la acusó “de jugar sucio” por solicitar, mediante otra declaración institucional que no salió adelante por el veto de Vox, que se rechazasen las palabras de la candidata de la ultraderecha a la presidencia de la Comunidad de Madrid "en las que dudaba de la veracidad de las amenazas". No ha sucedido y el PSOE no ha retirado la moción, en la que pide que se condenen las amenazas sufridas por varios representantes políticos y que se rechacen las declaraciones de Monasterio. 

Desde Podemos, Fernando Rivarés ha hecho referencia a la “hipocresía” que rodea la declaración institucional ya que, según ha dicho, “hay partidos que han firmado que no han condenado las amenazas de muerte taxativamente”, en referencia a Vox.

El concejal de ZeC, Pedro Santisteve, ha manifestado la importancia de que haya “un cambio en las formas de hacer política” en “unos tiempos virulentos” en los que, ha dicho, hay que bajar el tono y la animadversión política.