Una torre artificial en el zaragozano barrio rural de Peñaflor se va a convertir en el nuevo hogar de la colonia de cigüeñas blancas, que desde hace varios años anida en el campanario mudéjar de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles.

En la actualidad, el templo alberga nueve nidos y constituyen un riesgo para los vecinos y para las propias aves, ya que en varias ocasiones se han desprendido y caído al suelo. Para garantizar la seguridad, Medio Ambiente ha levantado una «torre disuasoria» en el Soto Peña Ortíz, situado en las proximidades, para tratar de que la mayoría de las cigüeñas nidifique ahí y preservar la biodiversidad del barrio.

Se trata de una torre metálica, que ha supuesto una inversión de 17.900 euros, en forma de celosía de 15 metros de altura y ocho plataformas. Será donde se fijen varios nidos que está preparando el consistorio con la colaboración de los escolares Infantil y Primaria del colegio Peñaflor de Gállego, que han ayudado a componer estos ponederos en un taller organizado por los técnicos del área de Medio Ambiente.

El traslado está previsto que se realice durante este mes pero dependerá de la evolución del crecimiento de los polluelos. Se van a trasladar a las pequeñas aves a la nueva torre para que así, las cigüeñas adultas se vean obligadas a asumir ese cambio para cuidar de ellas. La operación cuenta con la correspondiente autorización del INAGA, ya que se trata de una especie protegida. Este nuevo hogar en altura contará también con cajas nido para otras especies, como vencejos, murciélagos o cernícalos.

El objetivo es aprovechar la construcción para mejorar también el hábitat de otra fauna y con ello aumentar la biodiversidad, tal y como figura en el Plan Director de la Infraestructura Verde de Zaragoza.

En el campanario de la iglesia únicamente se mantendrá un nido que se encuentra situado sobre una plataforma artificial y que no entraña riesgo.