Los ciclistas han protagoniza este jueves la primera de las movilizaciones en contra de la decisión del área de Movilidad de interrumpir el carril bici del paseo Echegaray, en el tramo de salida del puente de Piedra. Una atípica cadena humana, con las bicis entre cada persona para respetar las distancias, han exigido a la concejala Natalia Chueca que mantenga la continuidad del carril. 

Desde Movilidad explicaron que la decisión se adoptó tras comprobar que se estaban produciendo problemas en este punto, en el que conviven autobuses, taxis, peatones, bicis y patinetes. Una decisión que no ha gustado nada en el colectivo ciclista, que consideran que el ayuntamiento podría plantearse mejorar esta convivencia con la mejora de la visibilidad, la ampliación de la acera, la regulación semafórica, o incluso eliminando el tráfico a motor del histórico Puente y, sin embargo, "la única fórmula que se le ha ocurrido es prohibir la circulación en bicicleta".

Los ciclistas denuncian que la interrupción no afecta solamente a los 45 metros entre las señales instaladas, sino "a los kilómetros de eje ciclista este-oeste en la ribera del río, cuya cifra de usuarios sin duda se resentirá; más todavía si el ayuntamiento decidiese multar masivamente o generalizar esta ocurrencia en otros tramos de carril bici que presentan discontinuidades propias de su diseño".