El terrorismo ha dejado muchas familias rotas en España. El estado de derecho actual ha costado años y lágrimas y muchos son los jóvenes que desconocen la barbarie de ETA o los Grapo.

Esta semana, los hijos del líder del PP aragonés asesinado por ETA hace 20 años, Manuel Giménez Abad, Borja y Manuel, manifestaron la importancia de que los jóvenes conozcan el pasado reciente del país, para combatir «el radicalismo» y «el fanatismo», para evitar que vuelvan a producirse disturbios como los de Barcelona o en el Capitolio.

EL PERIÓDICO ha salido a la calle a preguntar a los jóvenes zaragozanos que saben o recuerdan de estos acontecimientos. A la pregunta de si sabe qué ocurrió el 30 de enero de 1987 frente a la iglesia de San Juan de los Panetes admite que lo desconocen.

«No tengo ni idea», decía Daniel, de 27 años. «No. Sé que es ETA pero no me suena ningún acontecimiento relacionado con esta plaza», expresaba Miguel.

Sofía, de 18 años, reconocía no saber nada a pesar de haber visitado la iglesia. «La verdad es que hicimos hace un año una visita guiada al templo pero no me acuerdo, aunque recuerdo que me lo contaron. Sobre ETA se que hubo un atentado en mi barrio, pero no sé nada de esta plaza», admitía la joven estudiante.

Andrea, de 22 años, se sinceraba diciendo que no sabía nada. «Puede ser que me suena algo relacionado con ETA pero no estoy muy puesta en ello. En historia voy algo perdida», confesaba sin rubor. Sin embargo, el atentado de la Casa Cuartel sí que les resultaba más familiar a estos jóvenes zaragozanos.

Los jóvenes y la desconocida historia del terrorismo

Los jóvenes y la desconocida historia del terrorismo JAIME GALINDO

«Sí, la Casa Cuartel sí que me suena. Recuerdo lo típico, pero no sé muy bien de ello. No me han contado nada bueno. En Zaragoza alguna historia sí que se ha contado pero no estoy muy puesta», recalcaba Andrea. «Me suena la Casa Cuartel. No recuerdo que sucedió pero me han contado que, cuando se produjeron los atentados, como que había mucho miedo en la gente que había trabajando allí, que había familias que tenían que salir de casa vigilando los coches, sobre todo aquellas con familiares dentro del cuartel», relataba Javier, de 24 años.

Historias del barrio

Sofía confirmaba que también recordaba el hecho, sucedido en su barrio, aunque el relato no parecía estar del todo claro. «Ese sí que lo recuerdo. Leí el homenaje que había a las víctimas y me contaron que un día normal había un montón de niños jugando en la plaza como todos los días, pusieron una bomba y murieron bastantes. Y por eso hay un homenaje de unos niños jugando con un patinete, por ejemplo», decía esta joven.

En cualquier caso, todos estos jóvenes aseguraban que era «necesario» conocer la historia para que no se vuelva a repetir, y mostraron su respaldo a los homenajes realizados por el Ayuntamiento de Zaragoza con la colocación de placas conmemorativas.

Para recordar

«Me parece muy bien porque la historia es algo para recordar. Son cosas que tristemente han pasado en España y que todos deberíamos conocer para que no vuelvan a pasar», admitiría Sofía que, desconoce los atentados que se han producido en la capital aragonesa.

«Se debe condenar todo lo que sea terrorismo y atentar contra las vidas humanas mientras las organizaciones culpables de los atentados sigan vivas», recalcaba Javier.

Y Andrea confirmaba que le parecía «interesante» que se recuerde a las víctimas y los hechos, «porque es historia y todos tenemos que tener un poco de noción para saberlo, como yo, por ejemplo, que no lo sé», decía sin vergüenza. «Me gustaría conocer historia, sobre todo la de Zaragoza que es de donde soy. Igual no rememorarlo como tal pero si recordarlo y conocerlo», enfatizaba esta joven, en el centro de Zaragoza.