Por solo nueve euros por billete y persona (5 euros en el caso de los niños), los pasajeros viajaron este lunes por primera vez entre el cielo y la tierra de los dos pisos del primer tren de una compañía privada que ha recorrido las vías de la estación Delicias, Ouigo, y que llegó puntual, hora y cuarto después, a la estación de Madrid Atocha. Precio para todos los bolsillos con el objetivo de ampliar el uso del tren y «revolucionar el transporte verde» del futuro.

La crisis del coronavirus, dijo el director de Viajes de la compañía francesa SNCF, matriz de Ouigo, Alain Krakovitch, es una "oportunidad" para recuperar las ganas de viajar después de más de un año de pandemia. Según fuentes de la compañía, los viajes inaugurales llenaron el 80% de sus 500 plazas.

"La liberalización es una realidad a pesar de la pandemia", proclamó ayer Hélène Valenzuela, directora general de Ouigo España, minutos antes de que el tren partiera de la Estación Delicias de la capital aragonesa. "Queremos que sea un medio de transporte para toda la familia y queremos ser un catalizador de la recuperación económica en Aragón y en España, que Ouigo sea una palanca para la salida de la crisis tras la pandemia", defendió.

Con tres trayectos de ida y vuelta, señaló Valenzuela, la estimación de la compañía es generar un impacto de 320 millones de euros en diez años en Zaragoza y Aragón y llegar a tener 500.000 viajeros cada año.

La "dinamización" de la economía que promueve Ouigo, ha asegurado Valenzuela, "es el modelo de España, Zaragoza y Aragón", con una movilidad verde y sostenible que supone la "protección del plantea que nos ocupa y nos preocupa". No en vano, recordó Valenzuela, el transporte en tren "contamina 80 veces menos que un viaje en avión, y 50 veces menos que en coche".

Una familia viaja en el primer trayecto entre Barcelona y Madrid, con parada en Zaragoza, en el tren Ouigo. ÁNGEL DE CASTRO

El responsable de Viajes de la francesa Sncf se mostró "muy feliz" por el inicio de una nueva etapa, la de la "liberalización del ferrocarril en España, que coincide en el tiempo con el fin del estado de alarma", manifestó. La seguridad, prosiguió, es la "prioridad absoluta" para la compañía, lo que hace que a pesar de no haberse detectado ningún brote en sus convoyes, hayan optado por reservar algunas plazas para reducir el aforo.

Este mismo protocolo es el que hace que la cafetería siga cerrada, si bien se puede visitar el vagón y sentarse en sus butacas, que recuerdan a una heladería estadounidense de los años 60, con una estética pop que inunda todos los detalles del ferrocarril. En este primer viaje, Krakovitch subrayó su "compromiso a largo plazo" con España y Aragón.

Más familias

El perfil de los viajeros que optan por moverse con un tren Ouigo son profesionales y familias. Pero, según los datos recopilados por la compañía en sus ocho años de implantación en Francia, donde más de 68 millones de personas han utilizado el servicio, se trata en un «80% de personas que no habrían cogido el tren si no existiera esta oferta», dijo Krakovitch.

A la presentación de este viaje inaugural asistieron la directora general de Turismo del Gobierno de Aragón, Elena Allué, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Vïctor Serrano, entre otros representantes institucionales.

Las autoridades de Ouigo y del Ayuntamiento de Zaragoza saludan la completar el trayecto a Madrid. ÁNGEL DE CASTRO

"Salto cualitativo y cuantitativo"

Allué calificó de "oportunidad fantástica" la llegada del tren y la liberalización del ferrocarril en España, que destacó como un "cambio de ciclo" similar al que se produjo con la irrupción de internet en la compra de billetes de tren o el nuevo perfil del viajero volátil, que decide sus planes «a última hora». Una apuesta, reconoció la directora general, que "socializa los viajes y permite el acceso de otro público a la alta velocidad".

Además, ensalzó las posibilidades que ofrece la ampliación de la oferta de transportes a la ciudad de Zaragoza como destino de congresos, que con esta nueva conectividad sigue a hora y cuarto de distancia de los grandes polos, Madrid y Barcelona, pero a un precio realmente asequible, a menos del 50% del coste habitual de la alta velocidad hasta ahora. Una novedad que puede suponer, dijo, un «salto cualitativo y cuantitativo» para el turismo en Aragón.

El alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, que efectuó el trayecto completo hasta Atocha, destacó que la reducción de los precios hará que "familias enteras puedan viajar en tren y dejar el coche en casa", lo que supone "un salto", dijo, "en el cuidado de nuestra ciudad y del medio ambiente". "La competencia significa mejores precios, más posibilidades de coger el tren, más sostenibilidad y que más personas vengan a Zaragoza", resumió Azcón, entre las bondades de este nuevo modelo, como el previsible impacto positivo en el turismo de congresos, para el que la ciudad está "preparada". "Sabremos aprovecharlo", concluyó.