La futura residencia de estudiantes de Pontoneros está más cerca de ver la luz. Será este jueves cuando el consejo de la sociedad Zaragoza Vivienda apruebe las bases del concurso al que deberán someterse las empresas que quieran explotar este proyecto, después de lo cual se abrirá el plazo de licitación que estará habilitado para recibir ofertas durante un mes. Después, será el adjudicatario el que se encargue de la rehabilitación de este edificio, que lleva vacío desde los años 60 del año pasado.

Así, el consistorio prevé que una de las dos partes que compondrá la futura residencia esté acabada en octubre del año 2023. Esta primera fase será la que se encargue de renovar el edificio que ocupa también en parte el servicio de Patrimonio del Ayuntamiento, que tiene su entrada por la calle Madre Rafols 4 y que colinda con el edificio Aida. En esta construcción, además de renovar todas las estancias y habilitarla para dar cabida a las habitaciones de los estudiantes, se prevé que se levante el tejado de una zona para poder crear una quinta planta extra y que haya más espacio. En total, el lugar cuenta con una superficie construida de 3.274 metros cuadrados y una edificable de 6.066.

Además, en una de las esquinas del antiguo cuartel de Pontoneros y pegado a él, se levantará un edificio de nueva construcción que siga la línea estética del original y que, cuando esté listo, creará un patio interior alrededor del cual estarán las habitaciones. Esta será la parte que antes esté terminada pero a todo este proceso habrá que añadir la rehabilitación del otro edificio, que hace esquina y que está más próximo a la plaza de toros de la Misericordia (que puede verse en la imagen de abajo).

Edificio del cuartel de Pontoneros que será rehabilitado en segundo lugar. EL PERIÓDICO

Esta construcción está protegida y catalogada y cuenta con 4.348 metros cuadrados construidos, a los que se podrán sumar 7.448 metros más si se construyen dos edificios anexos que se plantean en las bases de la licitación. Estas ampliaciones, igualmente, deberán respetar la estética y la continuidad de las partes originales.

El adjudicatario que resulte del concurso público adquirirá el derecho de superficie por un periodo de 75 años y tendrá que realizar una inversión aproximada de 16 millones de euros, aunque esto lo determinarán los proyectos que presente cada empresa. Asimismo, el ayuntamiento recibirá, a lo largo del periodo que dure la concesión, 2.075.316 euros de la compañía que gestione la residencia en concepto de aprovechamiento de esos suelos municipales (28.000 euros al año o, lo que es lo mismo, unos 2.300 cada mes).

Las bases del concurso no establecen cuántas habitaciones ni cuántos estudiantes deberá alojar la futura residencia pero el gerente de Zaragoza Vivienda, José María Ruiz de Temiño, ha estimado esta mañana que podrían caber hasta 300 personas en los antiguos cuarteles de Pontoneros. Temiño ha visitado las instalaciones, ahora en ruinas, junto con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quien ha destacado que, “esta vez sí”, hay un proyecto firme para rehabilitar este edificio después de los dos intentos fallidos del PSOE y ZeC.

Edificio del cuartel de Pontoneros que será rehabilitado en primer lugar.

No obstante, para que el proyecto vea la luz hará falta que haya empresas que se presenten al concurso y, sobre esto, Azcón ha reiterado en varias ocasiones que es “optimista”. Para decidir al ganador del proceso de licitación se tendrán en cuenta, por ejemplo, el número de habitaciones con un precio mínimo que se habiliten así como el número de plazas reservadas para investigadores de la Universidad de Zaragoza, que deberán ser cinco como mínimo debido a un convenio firmado entre el campus público y el consistorio.

Asimismo, en el concurso se considerará que los servicios y las actividades culturales que se planteen en la residencia no solo sean accesibles para los usuarios de la misma sino para todos los vecinos del barrio. Uno de los objetivos de este equipamiento es que se convierta en la primera piedra para regenerar todo el entorno de Pignatelli, muy degradado y que es un foco de atención prioritario por parte de las Autoridades.  

En opinión de Temiño, la residencia y los estudiantes animarán la vida social y cultural del barrio y estos se beneficiarán también de su ubicación “justo en medio” de dos de los campus de la universidad pública.  

Pegas al proyecto

A pesar de la confianza del consistorio en que el proyecto salga adelante la idea del equipo de PP y Cs para reconvertir Pontoneros en una residencia no está exenta de críticas. Por parte de Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) ya se presentaron alegaciones que fueron desestimadas. Y ahora, fuentes de la organización aseguran que no descartan judicializar el asunto. "Estamos a tiempo y estamos trabajando en ello", dijeron.

A este respecto Apudepa recuerda que los inmuebles que conforman el antiguo cuartel de Pontoneros están catalogados como de interés monumental "y tal como está la normativa esta no admite este tipo de intervenciones". Además, la asociación argumenta que la zona es también un espacio arqueológico dado que en la trasera del edificio que hace esquina hay restos de un antiguo barrio musulmán. Si se amplía, como se prevé, la edificación, en el proceso de cimentación podrían dañarse estas ruinas.

Esta organización lamenta también que se pretenda ampliar esta construcción por los laterales, lo que significaría derribar las fachadas de los lados para levantar dos anexos y agrandar así el espacio disponible para uso privado.

En las misma línea se ha pronunciado siempre también el PSOE municipal, quien se opuso inicialmente a la tramitación del expediente por considerar que en un bien protegido como Pontoneros -y a través del derecho de uso de la superficie- no se puede construir una residencia privada ya que solo cabrían usos públicos tales como viviendas protegidas o o servicios de interés social.

No obstante, desde Vox, cuyos votos bastan a PP y Cs para sacar adelante el proyecto, han confirmado a este diario que se posicionarán a favor de la obra aunque no se sepa con certeza si esta es "la mejor solución para Pontoneros". "Por lo menos es una solución que conseguirá cerrar una brecha que lleva abierta muchos años", explica el portavoz de esta agrupación, Julio Calvo.