La reunión celebrada hoy en el SAMA con el comité de empresa de Tranvías Urbanos de Zaragoza se ha cerrado sin avenencia y en un clima de tensión marcado por "las amenazas duras y reiteradas del comité de paralizar la ciudad a través de huelgas cada vez más severas", según ha trasladado la empresa.

Tranvías Urbanos de Zaragoza considera "inaceptable esta forma de negociar y no acepta el chantaje al que el comité pretende someter a la empresa y a los ciudadanos para conseguir sus altas exigencias económicas".

Además, considera que la estrategia del comité "pasa por dilatar el proceso con el fin de alcanzar fechas donde los paros puedan causar un mayor impacto en el servicio". Actuando así demuestra "que es capaz de utilizar sin escrúpulos a la ciudadanía como herramienta de presión para alcanzar sus pretensiones".

Las "altas exigencias económicas" que el comité insiste en mantener "exceden en mucho el alcance de la propuesta de preacuerdo presentada por la empresa. Una propuesta que recoge la práctica totalidad de las reivindicaciones del comité y que ha supuesto un importante esfuerzo destinado a cerrar la negociación por el convenio colectivo y a poner fin a la huelga en el servicio".

La nueva convocatoria de paros que comienza mañana tendrá lugar los sábados, domingos y lunes hasta el próximo 28 de junio, en franjas de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:00. El Ayuntamiento de Zaragoza ha decretado unos servicios mínimos de entre el 40 y el 60%. Son cifras inferiores a los de paros anteriores al haberse normalizado los aforos en el interior de los tranvías tras la finalización del estado de alarma.

Tranvías Urbanos de Zaragoza "lamenta los perjuicios que la huelga puedan causar a los ciudadanos y recomienda a los usuarios programar sus desplazamientos".