El futuro de Arcosur empieza a despejarse. El Consejo de Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó este lunes una licencia para la construcción de un nuevo edificio en este barrio. En total, se ha dado luz verde para que se levanten 128 viviendas, 149 estacionamientos, 131 trasteros, tres oficinas y tres locales comerciales, además de zonas comunes con piscina. Y es más relevante aún si se tiene en cuenta que este bloque estará situado en el número 1 de la calle Vivaldi, es decir, en la nueva área a urbanizar en el barrio, cuyas obras ya adjudicadas acaban de comenzar. Es la primera licencia en esa nueva zona a desarrollar.

Según explicó tras el Consejo el concejal de Urbanismo, Victor Serrano, lo que se hizo ayer fue anular la condición que existía de no edificar nuevas viviendas hasta que las obras de urbanización de la zona y la construcción de unos depósitos de agua no estuvieran terminadas. Una condición que ahora parece importar menos.

«Esas obras están contratadas, se han empezado y van a buen ritmo. La Junta de Compensación nos ha confirmado que en un plazo de nueve o diez meses pueden estar terminadas y, por lo tanto, nosotros lo que hemos hecho es liberar esa condición para construir vivienda. Ahora ya está permitido», explicó el responsable de Urbanismo.

En todo caso, aclaró Serrano, cuando los edificios estén terminados y los promotores pidan la licencia de primera ocupación, la Junta de Compensación sí que tendrá que demostrar que ha finalizado la construcción de los depósitos y de las obras de urbanización. No obstante, el edil afirmó que no será problema puesto que el plazo previsto para estos trabajos es menor que el que se necesitará para acabar las nuevas viviendas.

Este periódico ya avanzó que el interés de las constructoras por el barrio zaragozano de Arcosur había resurgido en los últimos años. Incluso a pesar de la pandemia los proyectos se han ido sucediendo y la construcción de los depósitos es un requisito indispensable puesto que los que ya hay tienen capacidad para las viviendas que ya existen en esta zona de la ciudad.

El barrio se ha convertido en un referente de pisos a precio asequible y el interés de las constructoras (de las que tienen suelo y de las que no) ha aumentado.

Las obras de urbanización corresponden a dos contratos adjudicados recientemente, valorados en 5,7 millones, y que se sacaron a licitación ya a finales de agosto del año pasado. Pero ya hay en cartera una inversión de 11 millones más para 2022, unos 16,7 en dos ejercicios que, tras el parón de años anteriores, se traducirá también en la puesta a disposición de los promotores de parcelas suficientes para levantar más de 3.700 pisos en los próximos años. Y, al parecer, hay ya empresas interesadas en montar grúas para ello.