El equipo de Gobierno de PP y Cs va a cumplir dos años al frente del Ayuntamiento de Zaragoza y el alcalde, Jorge Azcón, acompañado por la vicealcaldesa, Sara Fernández, aprovecharon este viernes para hacer balance de lo que va de mandato. Y entre las cuestiones que subrayó el regidor fue el tiempo, el que necesita para poder ejecutar su proyecto y para deshacerse de «la herencia» recibida, que fue otro de los ejes de su discurso.

Así, Azcón pidió paciencia porque no se le puede «exigir que en dos años arregle todos los problemas que la izquierda generó» en los 16 anteriores. «Necesitamos un poco más de tiempo», añadió. Fernández, por su parte, fue la encargada de hacer un recorrido más pormenorizado de las actuaciones llevadas a cabo y según señaló, PP y Cs ya han cumplido «con un 34% de las 50 medidas» que pactaron cuando crearon la coalición.

Además, el 49% del pacto se encuentra en fase de ejecución mientras que el 17% de lo acordado no ha empezado a trabajarse, afirmó Fernández, que insistió mucho, como también hizo el alcalde, en la buena relación entre ambos partidos. «El PP no es Cs y Cs no es el PP pero juntos conformamos un Gobierno en sintonía», dijo la vicealcaldesa. «Somos dos partidos pero un solo equipo», declaró Azcón, que también destacó su acercamiento con la DGA.

Ambos lo dejaron claro antes siquiera de las preguntas de los periodistas, lo que no deja de ser significativo. Azcón y Fernández saben que las relaciones entre ambos partidos siguen sin reconducirse fuera de la balsa de aceite que es Aragón, y el último ejemplo es lo ocurrido en Granada. En la ciudad andaluza el alcalde de Ciudadanos, Luis Salvador, se ha quedado solo al frente del consistorio tras la desbandada de los concejales del PP y parte de los de Cs.

La sombra de Vox

Pero aquí, la insistencia de ambos dirigentes en que se llevan bien parece que no esconde nada, pues no ha habido ni siquiera atisbos, por lo menos de cara al público, de desencuentros y diferencias de opinión importantes. Para PP y Cs el elemento más inestable dentro del salón de plenos no deja de ser Vox, que a pesar de su apoyo hasta ahora al equipo de Gobierno, ha amenazado en más de una ocasión con dejar de aportar sus dos votos necesarios para alcanzar la mayoría (establecida en los 16 concejales).

Es por esto que Azcón también habló sobre la ultraderecha, aunque esta vez sí que fue a respuesta de los periodistas. Tras un largo y dubitativo silencio el alcalde aseguró que los dos concejales de Vox han sido necesarios «para bajar los impuestos a las familias numerosas y para aprobar los presupuestos». «Hay cosas que compartimos y en otras discrepamos. Pero si no la alternativa es clara: Cubero (ZeC), Rivarés (Podemos) y Ranera (PSOE)».

Y es que la herencia recibida fue otro de los fantasmas que agitó el regidor popular, que insistió mucho en que parte de su gestión se ha basado en arreglar todos los desaguisados que, según él, «socialistas y populistas» (Fernández dixit) dejaron abiertos.

Además de criticar a la izquierda de la oposición, Azcón también sacudió a la Moncloa. El alcalde reconoció que los más de 23 millones de euros que recibirá Zaragoza del Estado para paliar el agujero en las cuentas del transporte público de la ciudad por la caída de los usos por el covid «son bienvenidos», pero insistió en que llegan tarde y que son insuficientes.

"Si Vox deja de apoyarnos la alternativa es clara: Cubero (ZeC), Rivarés (Podemos) y Ranera (PSOE)"

Jorge Azcón - Alcalde de Zaragoza

Esto es debido, explicó el primer edil, a que el Ministerio de Hacienda ha calculado las ayudas teniendo en cuenta que los usos en el transporta cayeron en 2020 «un 40%, pero en Zaragoza es un poco más (43,1%)», por lo que la ayuda que recibirá la ciudad no cubriría en su totalidad la pérdida de ingresos. No obstante, hasta ahora, desde el consistorio han confirmado en más de una ocasión que el agujero en el área de Servicios Públicos por este asunto rondaba los 20 millones (21,8) y de Madrid van a llegar más de 23.

A pesar de ello, el alcalde no se cortó y decidió exigir más al Gobierno central. Pidió que los ayuntamientos participen con un 14% y no con un 4% en el reparto de fondos europeos, que se cree un «fondo incondicionado de 4.000 millones para las entidades locales» y que Moncloa empiece a pensar ya en las ayudas para los servicios de transporte público municipales ante la caída de los viajeros en este 2021. «España es el país europeo que menos y que más tarde ha ayudado a las ciudades», aseguró el alcalde, que hace unos meses encabezó la revuelta de los ayuntamientos contrarios al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

En total, aseguró el líder del PP en el ayuntamiento zaragozano, el covid ha generado un agujero de 90 millones en las arcas municipales. La pandemia, precisamente, fue otro de los asuntos que más tiempo ocupó en los discursos de Azcón y Fernández. Para el alcalde, «su principal espinita» en estos dos años pasados ha sido «no poder hacer más para frenar el virus porque ahora hay miles de zaragozanos que ya no están entre nosotros».

La pandemia, además de vidas, también se ha llevado más de la mitad de lo que va de mandato pues de los 24 meses que lleva Azcón en la plaza del Pilar, «16 han estado marcados por el covid». Ello se impidió, recordó Fernández, la puesta en marcha del proyecto de reforma de La Romareda, la principal baza de Azcón para esta legislatura. Para lo que queda, afirmaron ambos, resultará relevante cuándo y cuánto dinero acabe llegando de Europa. De Bruselas cuelga todo. 

Azcón y Fernández, este viernes, haciendo balance de mandato mientras unos trabajadores municipales protestan. ÁNGEL DE CASTRO

Los sindicatos se hacen fuertes tras la rueda de prensa

El edificio del Seminario, que es la segunda sede del Ayuntamiento de Zaragoza, tiene un peligro, y es que los políticos y los funcionarios comparten espacio con los sindicatos. Este entorno fue este viernes el escenario escogido por el equipo del alcalde Jorge Azcón para hacer balance de sus dos años de Gobierno y esto lo aprovecharon los representantes de los trabajadores municipales para protestar en la retaguardia. Así, una docena de sindicalistas, pancartas en mano, se concentraron detrás de la rueda de prensa del alcalde para pedir más personal y criticar a PP y Cs por las promesas incumplidas. Esta misma reivindicación ya la llevaron el jueves a la inauguración de la temporada de piscinas, en la que estaba la concejala de Deportes Cristina García y en lo que tendría que haber sido un acto más amable para la política de Cs. Sobre el conflicto, Azcón mencionó que los problemas de personal son parte de la herencia recibida y que necesita tiempo para poder solucionarlo.