La temporada de piscinas, inaugurada este sábado, se anuncia buena. Así lo piensa Luis, que controla la entrada al recinto de La Granja de la capital aragonesa. "Con el calor que hace hoy el que va a hacer este verano, no va a faltar clientela", afirma este empleado que vigila el torno de entrada al complejo deportivo del barrio de San José.

"Se nota más gente que el año pasado, sobre todo hay más gente mayor que el año pasado, seguramente porque ha bajado el peligro del coronavirus", explica Virginia, que está en la taquilla. "Los mayores y las familias con niños pequeños son los que más nos visitan", añade.

Ha habido cambios con respecto al año pasado. Por ejemplo, el aforo ha aumentado del 30% al 50%, de forma que pueden entrar en La Granja hasta 526 personas. "Pero, por lo demás, las restricciones son las mismas que en el 2020", advierte Marina Huguet, socorrista. "O sea, fuera del vaso hay que llevar mascarilla y se debe guardar la distancia de seguridad", indica.

Marina dice que se nota más movimiento, "algo lógico si se tiene en cuenta que la gente lleva mucho tiempo encerrada en casa y que hasta hace poco había muchas limitaciones", continúa.

Escaleras nuevas de obra para los mayores

Por ser el primer día el agua, comentan los bañistas, "está más fresca". "Lo cierto es que la piscina se coge con ganas", subraya José Antonio, padre de Vera y Elena, de 10 y 3 años, que se baña con las pequeñas en el vaso destinado a los niños.

Los socorristas Marina Huguet y Sergio García, esta mañana, en el estreno de la temporada de piscinas en La Granja. ÁNGEL DE CASTRO

Pero quienes realmente están contentos son los mayores. "Por fin han puesto las escaleras de obra que pedimos hace dos años por carta al ayuntamiento", explica Ángel, que está jubilado y hace tantos años que frecuenta La Granja que ha visto crecer los árboles ya medianos que protegen del solazo de junio.

"Antes solo había escaleras metálicas y resultaban peligrosas y resbaladizas", cuenta Pilar, que lee un libro a la sombra y se ha sacado un bono de temporada, como la mayoría de los usuarios del complejo. Otra novedad de este año es un parque infantil con un suelo especial para evitar que los más pequeños resbalen y se caigan.

"Todo empieza a ser como antes del coronavirus, si no fuera por la mascarilla, que da calor y es muy molesta", declara un jubilado que toma una cerveza con limón bajo una especie de carpa que hay al lado del bar.

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Primer día de piscinas en Zaragoza ÁNGEL DE CASTRO