El Ministerio de Hacienda ha truncado la estrategia del equipo de Gobierno de PP-Cs para la rehabilitación de vivienda y la regeneración urbana al decidir que la deuda de Zaragoza Vivienda, unos 15 millones, compute en el presupuesto municipal. Una resolución adoptada por la falta de ingresos que se ha detectado en la sociedad pública durante los últimos años y que limita por completo su capacidad de endeudamiento.

La primera de las consecuencias es que ya no podrá recurrir al préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el que el consistorio pretendía construir 335 viviendas públicas e invertir 38,7 millones (19,4 del BEI), y rehabilitar otras 851 de las 1.600 del parque público municipal, para las que iba a recibir 20,6 millones de préstamo.

Los 40 millones totales que iban a llegar desde el BEI a la sociedad se han perdido ahora que la deuda computa en el presupuesto municipal, que eleva su ratio de endeudamiento en 1,5 puntos, superando el 106% (el máximo es 110). Sin embargo, desde el consistorio tienen previsto reorientar su proyecto.

Dentro de este plan se contemplaba la opción de construir vivienda nueva mediante la fórmula de derecho de superficie para crear 320 pisos e invertir alrededor de 44 millones. Tras la decisión del Ministerio, y dado que el ayuntamiento ya no podrá construir vivienda pública, ampliará la cifra hasta los 65 millones de inversión y las 520 viviendas, que tendrán unas «condiciones más ventajosas» para sus inquilinos. Están previstas nuevas construcciones en un solar a la calle de Las Armas, en Miguel Servet o en la calle Padre Chaminade. Esto no significa que se renuncie a la creación de vivienda nueva social, porque pretenden mantener la construcción de 20 pisos públicos en Torrero.

Respecto a la rehabilitación energética de viviendas públicas, el consistorio estudia que puedan entrar en el Plan de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) aunque solo se incluirían a las del Casco Histórico.